JE SUIS BRIAN

JE SUIS BRIAN (YO SOY BRIAN)
Por Manuel Alejandro Escoffié*
A medida que los bandos polarizados de opinión en el caso del diario francés “Charlie Hebdo” se movilizan respecto a si los editores dela publicación merecen ser recordados como mártires de la libertad de prensa o como provocadores que patearon gratuitamente al avispero, me pregunto qué tan conscientes serán tanto quienes loscondenan como quienes los defienden del verdadero significado de la palabra “sátira”. A diferencia de lo que muchos suponen, va mucho más allá de la mera “parodia” o “comedia”. De acuerdo con el DiccionarioEnciclopédico Larousse, se entiende como una “composición escrita para censurar acremente o poner en ridículo a personas o cosas”. El “ridículo” es palabra clave. La exageración grotesca en losrasgos de la figura satirizada, con el propósito de minar su credibilidad para desenmascarar sus incongruencias e injusticias. Con cada carcajada, el público aprende a tomarla menos en serio, hastadespojarla de su poder. No busca ser crítica constructiva, sino una cachetada al rostro. Y como toda cachetada, duele. En vista de los acontecimientos recientes, muchos han comenzado a plantear que tal vezhaya un punto en el que la cachetada puede doler demasiado. Lo que me lleva a preguntarme también si una película como “La Vida de Brian” (Monty Python´s Life Of Brian) podría realizarse actualmente.Escrita y protagonizada en 1979 por el repertorio cómico Monty Python (John Cleese, Graham Chapman, Terry Jones, Michael Palin, Eric Idle y Terry Gilliam), sacudió en su momento el tapete a católicos,cristianos, evangélicos, judíos ortodoxos y muchas otras denominaciones religiosas que se pusieron en fila para protestar a los cuatro vientos lo insolente e irreverente que era. ¿El pecado?Caricaturizar a Jesucristo y a sus enseñanzas. O por lo menos eso fue lo que oyeron, considerando que muchos ni se molestaron en verla. Para ser honestos, Jesús sí aparece en el filme. En la primera...