Johanmelanie

Estamos en contra de la aplicación de la pena de muerte por homicidio en el Perú, pues el criminal es un ser humano cuya vida, pese a todo, también debe ser respetada. Elderecho a la vida es inalienable y universal. Sabemos que los derechos humanos comparten esos rasgos principales: todo individuo ha de disfrutarlos con independencia de sucondición, etnia, religión u origen. Ello asegura que nuestras relaciones personales y sociales no estén determinadas por la violencia o el avasallamiento que una persona ogrupo pueda cometer contra otros individuos. Así, los derechos humanos existen para proteger a todas las personas; por eso, son inherentes tanto a los peores como a losmejores de nuestros semejantes. Para que esa protección sea real, la sociedad debe velar por ellos a través de mecanismos y leyes que aseguren su ejercicio, ya que son elfundamento de una vida personal y comunitaria plena. Estos mecanismos expresarán, lógicamente, medidas punitivas, las que se aplicarán a quienes atenten contra dichos derechos; sinembargo, las sanciones impuestas por una sociedad no pueden arrebatarle la vida a un individuo. En efecto, ante la perpetración de un delito, es necesaria una medidacorrectiva. Ese castigo supondrá la restricción de alguno de los derechos (sobre todo el de la libertad). Sin embargo, la sanción no anula completamente el ejercicio de estos. Encambio, proponer aplicar la pena de muerte supone suprimir absolutamente el más básico de los derechos: vivir. Acabar con él significa anular completamente los demás. Unacomunidad preocupada por la integridad de todos sus ciudadanos y por una convivencia pacífica sin discriminaciones no puede recurrir a ese castigo extremo y cruel.

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