¿LA FE SUSCITA EL MILAGRO O EL MILAGRO SUSCITA LA FE?

V Jueves del Tiempo Ordinario.
Marcos 7,24-30: Entonces Jesús le respondió: “Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla lo que deseas”.
Resulta preciso que este día aclaremos una ciertaambigüedad que caracteriza el ministerio salvífico de nuestro Señor Jesucristo.
Por un lado, a nadie le puede resultar extraño encontrarse con los relatos evangélicos que nos hablen de los muchos milagros querealiza, los textos de los días pasados lo han dejado muy en claro. Podemos decir que todo el Evangelio está esmaltado de milagros. El itinerario de Jesucristo está señalado por los acontecimientosprodigiosos: conversión de agua en vino, multiplicación de panes y de peces, paralíticos que se ponen de pie, tempestades aplacadas, redes vacías que se llenan de peces, manos secas que se llenan devida, la piel del leproso que se renueva, ojos sumergidos en la oscuridad que de pronto contemplan la luz, los muertos que resucitan...
Pero, por el otro lado, Jesucristo, en cierto sentido parecieraser enemigo de los milagros. El Señor puede multiplicar los prodigios pero no quiere que su ministerio sea confundido con la actividad de un taumaturgo. La razón de que el Señor, en abundantesocasiones, prohíba propagandear sus milagros, estriba en esa voluntad que tiene de que no caigamos en la más lamentable de las confusiones: Jesucristo vino a este mundo a traernos la salvación eterna, no ahacer milagros.
Jesucristo no vino a quitarle el empleo ni al médico, ni al oculista, ni al panadero, ni a los pescadores, ni a los comerciantes, ni a los meteorólogos y todos los del wheater channel,ni a los vinicultores, ni a los restauranteros... Jesucristo viene a ofrecer la vida eterna, y los milagros que realiza no son sino la manifestación de que, Aquél que tiene el pleno dominio sobre lavida biológica, también lo tiene sobre la vida eterna.
Jesucristo evita todo sensacionalismo, Él se niega a que nos quedemos solamente en lo espectacular. Podemos decir que los milagros que realiza...