La Frivolidad Política Del Final De La Hist

LA FRIVOLIDAD POLÍTICA DEL FINAL DE LA HISTORIA, de Josep M. Esquirol i Calaf. / Editorial Caparrós, edición 1998.

La frivolidad política del final de la historia tiene como objetivo pensar la significación política de las contemporáneas tesis del final de la historia. En un primer bloque, se trata la influencia que A. Kojève ha tenido sobre el pensamiento contemporáneo junto con unainterpretación de la condición política postmoderna a través de la idea del final de la historia, y la prioridad de la democracia sobre la filosofía. En el segundo bloque, se enlaza las teorías “finalistas” con la propuesta de una interpretación del imaginario colectivo y se termina con una concepción no hegeliana de la historia bajo una perspectiva kantiana y de H. Arendt, entre otros.
A modo deintroducción, hablar de la tesis del final de la historia es hablar de una mentalidad de consumación, de un anclaje en el presente y de un pragmatismo político, así como de un estado de anulación de crítica y de despolitización. Si queremos entender el eje vertebrador en el cual interseccionan Hegel, Kojève y Fukuyama, tenemos que partir de la idea de reconocimiento (político). A partir de este, el hombrese encuentra en un espacio en donde ha cesado ya el enfrentamiento o conflicto político. Con esto, el final de la historia significa también el final de las ideologías así como también el final de la política. Sin embargo, y como el recorrido del ensayo apunta, esta concepción postmoderna de la política se dirige hacia lugares poco esperanzadores. Una política sin ideales desemboca en unapolítica débil e infecunda. El consenso por el consenso, vuelve el contenido de las contraposiciones en pasivas y sumergidas en la banalidad del discurso, y lo más importante, una sociedad sin pensamiento es el punto de partida hacia la barbarie.

La lectura que Kojève hace de Hegel se inscribe en tres vectores diferenciados y a la vez interrelacionados entre sí. Por una parte, la acción comonegatividad, es entendida por Kojève como libertad en un sentido negativo. Mediante la lucha y el trabajo, el hombre se libera de la naturaleza, de lo dado, introduciendo lo nuevo en el mundo. Enlazado con el núcleo central de Hegel-Kojève, el final de la historia es el cese de la acción por la satisfacción del hombre al ser reconocido políticamente como sujeto jurídico y dotado de derechos, esto es, larealización según Kojève del Estado homogéneo universal. En este estado, el hombre ya no quiere ni cambiar ni superarse, es decir, ya no le es necesario negar lo dado, puesto que ha alcanzado su máxima satisfacción. Cabe destacar, como muy bien advierte el mismo Kojève, que esto sólo es posible si se presupone que la satisfacción por el reconocimiento agota todas las posibilidades humanas.Encontramos en el advenimiento del sabio y el saber absoluto el último peldaño de la historia y el final de lo humano. Mientras el hombre siga llevando a cabo la negación de lo dado, hay tiempo, hay historia. Pero, en el momento en que, en lo esencial, el hombre lo haya realizado todo, el tiempo desaparece, y con él, muere el hombre como ser histórico. El sabio es la culminación de la historia, el quepuede emitir un juicio completo al respecto del mundo y el hombre. Sin embargo, puede verse el final de la historia, no como el lugar de la satisfacción y el final de lo humano en pro de un saber absoluto, sino como el retorno del hombre a una suerte de animalidad. Kojève verá en el esnobismo japonés un atisbo de esperanza para un final de la historia más humano.
En la discusión entre Kojève yStrauss puede apreciarse uno de los puntos clave que se tratará en el segundo bloque del libro: la no distancia entre la idea y lo real. Kojève define el objetivo de la filosofía a lo largo de la historia como el intento de sintetizar el discurso práctico y el teórico. Llegados al final de la historia, dicha síntesis se ha realizado. La realización del Estado homogéneo universal, supone en sí mismo,...