la historia de la filosofia
Por Julián Marías, de la Real Academia Española
Publicado en el diario ABC de Madrid, el 13 de noviembre de 1997
Se ha intentado -se está intentando- eliminar de la formación de los que estudian, de los hombres todos, a la larga, lo que es propiamente humano, lo que se ha llamado durante siglos Humanidades. Recuérdese el Instituto de Humanidades, que fundamosOrtega y yo en 1948, en medio de dificultades sin cuento, y lo que se entendía por ese conjunto de disciplinas.
La culminación de ellas es la filosofía, por la razón de que ella consiste en formular las preguntas radicales, aquellas que afectan a la raíz de la vida humana y que son necesarias para su orientación, para que sepamos qué pensar y por tanto qué hacer.
La filosofía, en casi todoel mundo, ha ido siendo «desalojada» en nombre de muy diversas cosas. Hay un motivo que ayuda a explicarlo: la «invasión de las cosas», característica del mundo actual, que está lleno de ellas, en un grado nunca conocido. Y lo más grave es que esa invasión no es sólo física, sino sobre todo mental: el hombre actual «no piensa más que en cosas».
¿Es esto posible? A la larga, no. El trato,incluso mental, con las cosas no puede ser con ellas sin más. Aparecen «en la vida»; en ella como ámbito las encuentro y me encuentro a mí mismo. El hombre vive entre cosas reales y a la vez «irreales», imaginarias, proyectadas, futuras. Si posee un sistema de creencias vitales suficientes, su vida tiene un sentido que permite los proyectos individuales; si no, sobreviene un estado de incertidumbre ocrisis.
Para poder vivir hace falta una nueva certidumbre global, respecto a la vida misma, su estructura, configuración, horizonte, sentido y posibilidades. Esto hace necesaria la filosofía, pero no es seguro que se busque; para ello hace falta algo más: una «creencia» en la razón, en la posibilidad de descubrir mediante ella una certidumbre acerca de la vida entera.
Esto ocurrió por primeravez en Grecia, en Jonia o en la Magna Grecia, entre los que se llamaron luego filósofos presocráticos. He señalado otras veces, y creo que es importante, la impresión de simplicidad y elementalidad que produce su pensamiento: lo que dicen parece «poca cosa». Así es; lo nuevo, la innovación radical, es el punto de vista; las respuestas no son demasiado complicadas; lo decisivo son las preguntas yel horizonte hacia el cual podían llevar y efectivamente han llevado.
Lo interesante es que, una vez iniciada la filosofía, no quedó «hecha», sino que hubo que seguir haciéndola; persistió como quehacer humano. Todos los filósofos posteriores a los que «primero filosofaron», como dice Aristóteles, tuvieron que hacer «otra cosa» que los anteriores. Existía ya la filosofía, pero la hecha no erasuficiente; ante todo, porque la situación era distinta, y otros los problemas o la perspectiva en que aparecían.
Es decir, cada filosofía está definida por una relación de «alteridad» respecto de las anteriores. El filósofo parte de una filosofía existente -por eso su situación es muy distinta de la de los iniciadores-, pero tiene que apartarse de ella y buscar otra. Ahora bien, para hacer estotiene que poseer la anterior y comprobar su insuficiencia.
La «segunda» filosofía parte de la primera y se aparta de ella; la «tercera» tiene en cuenta la necesidad, motivación y contenido de las anteriores, que resultan insatisfactorias o insuficientes y obligan a lo más propio de la filosofía: seguir pensando.
Cada filosofía, por tanto, «toda» filosofía se hace apoyada en un «sistema dealteridades» que se remonta a la originaria. Este sistema es lo que se llama «historia de la filosofía», encapsulada en cada una de ellas, que sin ese conjunto queda injustificada e incomprensible. Tiene que originarse, y por eso tiene que remontarse al origen y ser «original» en ese sentido, no el de la devastadora voluntad de originalidad que invadió Europa a mediados del siglo XIX. Esa...
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