La Historia De Una Voz So Adora

La historia de una voz soñadora
Guillermo Duarte Ochoa
Comunicación oral y escrita

“No hay nada más bello que ser escuchado”
Cuando era pequeño, mi madre me decía que no existía nada en el mundo que no pudiera conseguir. Hoy, le agradezco infinitamente esas palabras; a pesar de que en muchas ocasiones estuve a punto de caer, aprendí a levantarme y a seguir luchando por mis objetivos.
Mi madresiempre ha sido una gran radio escucha (cabe destacar que a la fecha utiliza su grabadora para escuchar su programa favorito). He ahí el problema, ella me contagió su afición. Me enseñó a escuchar con atención la voz desde que tenía escasos 5 años. “Escucha hijo, ya siguen las reflexiones de Mariano”, “prende el radio, ya casi empieza Toño Esquinca”. No cabe duda que fueron los locutores quemarcaron mi vida. Los admiraba tanto que imaginaba como eran los lugares en los que transmitían, las consolas, las paredes de esponja, los micrófonos; creía que estaban hablando en la punta de la antena para que todos escucháramos.
Al paso de los años mi admiración se convirtió en un sueño; ya no pensaba únicamente en cómo era el lugar en el que estaban, sino que quería ser uno de ellos. Mi juegofavorito a los 9 años era el del locutor, en el que utilizaba un micrófono viejo y lo conectaba a una pequeña grabadora de caset. Aún conservo algunas de las cintas que algún día me hicieron el niño más feliz.
Así transcurrió mi infancia, entre juegos de locutor y carcajadas enormes como sé hacerlo, apodos que hacían alusión a mi forma imparable de hablar y muchas sonrisas. La infancia y la pubertadterminaron cuando llegue a la preparatoria; la etapa que marca a todo adolecente para el resto de su vida. La sección de la vida en la que dudas inmensamente sobre qué es lo que quieres hacer por el resto de tu vida. Realmente las matemáticas no se me daban, la física y la química fueron mi coco, pero si realmente hubo una materia que me cautivo fue la de derecho. Los discursos del abogadopenalista que me daba la materia me inspiraban a hacer lo mismo que él. Fue aquí donde la intriga comenzó. ¿Hacía donde iría la balanza? ¿Hacía mi sueño de toda la vida o hacía un nuevo sueño que comenzaba a construirse?
Mi novia y mis amistades al instante me hicieron entrar en razón. Por azares del destino tengo amigos extraordinarios que siempre han creído en mí. La única persona que siempre me decíaque prefería la abogacía era mi papá. Él es un ingeniero, enamorado de su carrera, que piensa que existen carreras para hombres y para mujeres, y para él la comunicación no era una carrera de hombres.
El día que conocí a mi locutor favorito, todas mis dudas desaparecieron. Comprendí que a la única persona a la que debía darle gusto era a mí mismo, y que si haría algo toda la vida tendría que seralgo que me enloqueciera. Para mí “no hay nada más bello que ser escuchado”. Fue por eso que decidí seguir mi convicción. “No se hable más, estudiaré comunicación” les dije a mis padres. Pasaron unos cuantos meses y mi examen para entrar a la UNAM llegó. El resultado fue positivo, estaba aceptado en la universidad que siempre había soñado. El destino es tan juguetón, que ya me tenía algoplaneado. Fuí rechazado por mi promedio, no obtuve la nota que requerían. “Pude ver los resultados de tomar malas decisiones en la preparatoria”. La primera gran cachetada de mi vida.
Llegué a San Luis Potosí por azares del destino. Durante las vacaciones de verano fui de vacaciones con mi familia y una tarde me propusieron hacer un examen en una universidad “hermosa”, al menos eso fue lo que mepropusieron. Llegué a la universidad del centro de México un jueves, y lamentablemente para mí, el viernes me dijeron que si quería estudiar esa era la única opción que me daban.
La segunda gran cachetada de mi vida sucedió solo unas semanas después de la primera. “¿Qué pasaría con mis sueños de ser un locutor en el DF?, ¿y mi novia? ¿Mis amigos? ¿mis padres tan lejos?” Fue un gran cambio para mí que...