la modrnidad

ZULEIMA ESTEVES PEREZ

“LA MODERNIDAD EN PUERTO RICO”

La modernidad en Puerto Rico, va cogida de la mano con los planteamientos de don Arcadio Díaz Quiñones en su publicación “La Memoria Rota”, conocida también como La Vida Inclemente, nos pone al presente recordando el pasado. El autor desde el comienzo muestra en su manera de plantear las inclemencias de la vida, nos habla de los cambiossurgidos en Puerto Rico. Una transformación de riqueza, una evolución socioeconómica y la incorporación de una calidad de vida. Con el nuevo estatus de los puertorriqueños ahora con doble identidad, puertorriqueños y ciudadanos americanos, nos deja sentir que ahora somos mejores, pues somos ciudadanos dos veces. Vamos por el camino del progreso hacia un mundo industrializado y mecanizadotecnológicamente hablando, dejando las imposiciones políticas y sociales al margen de la memoria. Las modas, las filosofías políticas, hasta la misma cultura son muestras del pasado.
La oposición tenia en la voz de Don Luis A. Ferre una analogía diferente pero semejante, algo como, si pero no. Su visión era más bien de forma capitalista, pues con las nuevas reformas educativas y con la bondad delimperio norteamericano nos íbamos a montar en la guagua de lo material llevándonos al progreso. La modernidad iba jalda arriba, por lo menos políticamente hablando nuestra historia como pueblo era solo un mito. Una retorica de querer presentar las dos versiones por igual pero de forma mejorada, como una canción a capela y ahora se presenta con la instrumentación de toda una orquesta, pues claroque suena mejor, pero sigue siendo la misma canción. Así ve la vida inclemente de don Arcadio, como un viento cruel que paso y dejo sus huellas. En su planteamiento recoge las aportaciones de los norteamericanos y como estos modernizaban al pueblo jibaro, como lo profesionalizaba y como adelantaba las causas y los procesos sociales y culturales. Los puertorriqueños de las décadas de los 40 ylos 50 eran amantes de la tierra, experimentados agricultores, conocedores del trabajo, comprometidos con el servicio. Cocineros, carpinteros enfermeras, médicos, maestros, todos comprometidos con lo humanitario.
Luego de unas ordenanzas federales de re-construir los pueblos, las asignaciones eran monumentales, el gobierno de los Estados Unidos cuantificaba el valor de los puertorriqueños en susguerras. Nos dieron alas, para comer pechugas, podría decir mi abuelo. Ya nos tienen en sus manos, como el suplidor al adicto, ahora tienes que pagar el precio, y es caro. Esa es la realidad de la modernización de nuestro pueblo, pagamos el precio más alto del mercado y sin alternativas ni salidas, pues está en su poder mantenernos o dejarnos libre, libre de sus imposiciones. Consecuentementeesto nos llevo a exiliarnos y la misma vez darle entrada al extranjero para que con sus mañas y promesas nos siguiera supliendo de la dosis de modernización o de americanización.
La rápida e intensa modernización que se abría puertas en nuestra isla era de expansión, dejando atrás los arrabales y transformándolos en grandes centros urbanos con la capacidad de modernos centros comerciales. Fueuna época de mucho desarrollo y poca planificación, la consigna era más bien de producir, comprar y vender. Nuevas reformas educativas y sociales, pero con los elementos de nuestras capacidades y valores. Fue una quimera, un sueño difícil de olvidar, o tal vez tan difícil porque realmente haya sido una pesadilla. Se nos escapaba y se exiliaba nuestras costumbres y nuestra cultura. Una utopíadice el autor, contradiciéndose, pues la realidad es que fue un plan ideal para aquel entonces, aunque lamentable para hoy. Nos acostumbramos a la modernidad, a los adelantos tecnológicos sin pensar en que mas traían estos adelantos en su maleta. Un proyecto que nos tiene hoy día como uno de los pueblos del territorio con mas nivel de pobreza. Nos profesionalizaron, verdades por la cual hoy...