La novela y el cuento hispanoamericanos en la segunda mitad del s. XX

La novela y el cuento hispanoamericanos en la segunda mitad del s. XX

A partir de los años 40 del siglo pasado se vivió en Hispanoamérica un enorme movimiento de renovación narrativa -en novelas y cuentos- que había comenzado sigilosamente con autores como Borges, Onetti, Miguel Ángel Asturias (Premio Nobel de literatura) y Alejo Carpentier y que terminó en los años 60-70 con la consagracióndel llamado boom, en el que nombres mundialmente conocidos como Julio Cortázar, Carlos Fuente, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa (los dos últimos, premios Nobel de literatura) se unen a otros menos reconocidos pero de inmensa valía (Ernesto Sábato, Roa Bastos, José Donoso, Lezama Lima, Cabrera Infante, etc.).
En el primer momento se da una relativa renovación temática, basada en laaparición de asuntos urbanos y existenciales, aunque perviven los viejos temas, sobre todo, el social-inidigenista. Los primeros autores (Borges o Alejo Carpentier son buenos ejemplos) conectan con la literatura modernista y realista anterior y la superan aportando el contacto con las vanguardias artísticas europeas (ultraísmo, creacionismo, surrealismo). Pero lo más llamativo es la integración quellevan a cabo de elementos míticos, legendarios, irracionales y mágicos dentro del relato, y ello mediante la poetización de lo cotidiano (mostrar lo extraordinario que se esconde tras las experiencias comunes); o mediante la cotidianización de lo maravilloso (tratar hechos maravillosos como si fueran perfectamente normales). Esto es lo que se ha dado en llamar "realismo mágico" y alternativamente"lo real maravilloso".
En el segundo momento, desde la década de los 60, los autores del boom vuelven sus ojos hacia los novelistas norteamericanos (Faulkner, Dos Pasos) y europeos (Joyce, Proust, Kafka), pioneros de la transformación del género. El fenómeno literario del boom solo se explica por la convergencia de tres factores: la aparición de una amplia nómina de autores y obras de grancalidad; una operación de marketing editorial que tuvo sus centros en México, Barcelona y París; y sobre todo, una extraordinaria demanda, inédita hasta entonces, por este tipo de obras, del público latinoamericano, y en segundo lugar del anglosajón y europeo.
Las variantes temáticas son infinitas, si bien se pueden señalar ciertas actitudes estéticas y éticas que pueden servir para agrupar a autores yobras. Así por ejemplo, hay toda una serie de novelas que indagan en el problema de la identidad (lo singular nacional o continental). Esta indagación tiene dos caras fundamentales, una de carácter socio-histórico (acerca de momentos, periodos o personajes clave de la historia de América) y otra de carácter antropológico (acerca de las creencias y costumbres ancestrales). Ejemplos destacados dela tendencia historicista son las novelas Hijo de hombre (1960) de Roa Bastos, El siglo de las luces (1962) de Alejo Carpentier y La guerra del fin del mundo (1981) de Vargas Llosa, El general en su laberinto (1989) de García Márquez. Y junto a ellas podemos citar también las llamadas “novelas de dictador”, por ejemplo, El señor Presidente (1946) de Miguel Ángel Asturias (la primera novela delgénero); Yo el supremo (1974) de Roa Bastos; El otoño del patriarca (1975) de García Márquez; y de Vargas Llosa, Conversación en La Catedral (1969) y La fiesta del Chivo (2000) de Vargas Llosa.
Ejemplo de narraciones de dimensión antropológica son la novela Pedro Páramo (1955) y los cuentos El llano en llamas (1953) de Juan Rulfo; Paradiso (1966) de Lezama Lima; y Cambio del piel (1967) de CarlosFuentes (en realidad toda la narrativa de este autor responde a este presupuesto enfocado en su país, Méjico). No obstante, la novela que sin duda resume y trasciende ambas tendencias es Cien años de soledad (1967), la obra maestra de Gabriel García Márquez (y la novela más famosa del boom).
Otras temáticas muy recurrentes son las novelas de carácter existencial, en las que predomina la...