la risa
Secas las manos continuamos ensayando. Total falta para el estreno. Lo mismo queeste ensayo, la risa y como corolario, la felicidad, no deben ser tomadas muy en serio. Es preferible tomarse en serio las tomadas y entrarle al copete. Pero ojo que el alcohol no necesariamenteprovoca risa, a veces explota en llanto y la cosa se torna en una sórdida melancolía, aunque el ojo externo derrame una lágrima en honor a la carcajada.
Hablando en serio, hemos detectado que la risaes uno de los cuatro elementos fisiológicos que son contagiosos sin necesidad de ninguna noxa. La risa se expande como una epidemia, nadie duda de ello, sobre todo si la ocasión requiere de guardar unsilencio solemne. Quién no recuerda las formaciones escolares, donde a partir de un hecho insignificante, un gas en el aire, la risa se propagaba por todos los alumnos, contenida en la garganta,llegando casi al dolor por el esfuerzo muscular de la mandíbula. Los otros tres elementos contagiosos son: el bostezo (cuya sola mención, imaginación o lectura genera un bostezo, como ahora mismo lesuceden al lector y al autor que suspiran casi al unísono), el llanto y el vómito. Por alejarnos del objetivo del presente ensayo mínimo, dejamos para otra ocasión la explicación de la epidemiología delllanto. Con respecto al vómito, mejor lo evitamos y no nos salpicamos con esa desagradable, hedionda, llena de fragmentos no digeridos, asqueante, repugnante, descripción.
Limpio ya el camino...
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