la risa
Nuestra excusa, al decidirnos a afrontar nosotros también dicho problema, es que no intentaremos encerrar la fantasía cómica en una definición. Vemos en ella, antetodo, algo vivo. La trataremos, por muy ligera que sea, con el respeto que se le debe a la vida. Nos limitaremos a observar cómo crece y se desarrolla. Forma tras forma, medianteimperceptibles gradaciones, sufrirá delante de nuestros ojos muy singulares metamorfosis. No desdeñaremos nada de lo que hayamos visto. De hecho, tal vez ganemos con este contactopermanente algo más flexible que una definición teórica; un conocimiento práctico e íntimo, como el que nace de una larga camaradería. Y tal vez nos parezca también que hemos adquirido,sin quererlo, un conocimiento útil. Razonable, a su manera, hasta en sus mayores extravíos, metódica en su locura, soñadora, de acuerdo, pero sin dejar de evocar en sueños visionesque enseguida son aceptadas y comprendidas por toda una sociedad, ¿cómo no iba a informarnos la fantasía cómica
sobre los procedimientos de trabajo de la imaginación humana y másconcretamente de la imaginación social, colectiva, popular? Procedente de la vida real, emparentada con el arte, ¿cómo no iba a decirnos asimismo lo que opina del arte y de la vida?
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