la simonia
La palabra simonía deriva de un personaje de los Hechos de los Apóstoles llamado Simón el Mago, quien quiso comprarle al apóstol Simón Pedro1 su poder para hacer milagros y conferir,como ellos, el poder del Espíritu Santo, lo que le supuso la reprobación del Apóstol: «¡Que tu dinero desaparezca contigo, dado que has creído que el don de Dios se adquiere a precio de oro!»[editar]Los inicios
Desde el siglo IX gran número de abades y obispos fueron obligados a integrarse en el sistema feudo-vasallático. Los señores consideraban que las iglesias y sus bienes pertenecían a supropio patrimonio. Los príncipes otorgaban la investidura episcopal y decidían a qué señores pertenecían las parroquias rurales. Así se hizo práctica común el hecho de otorgar las parroquias a loscuras por ellos elegidos que se atribuyeron una parte (cada vez más importante) del dinero y donativos agrícolas dados por los feligreses para mantener al clero.
El sistema fue confirmado en 962, despuésde que el emperador Otón I de Alemania,obtuviera del joven Papa Juan XII, la prerrogativa de designar a los Papas. El emperador Enrique IV fue el protector y el gran beneficiario de este abuso: Lainvestidura de laicos incompetentes como prelados, simonía y nicolaísmo.
Los reyes y los príncipes territoriales (condes y duques), exigieron también el servicio armado de los prelados. Así, algunosprelados se convirtieron ellos mismos en señores, obteniendo beneficio de la acuñación de monedas y ejerciendo el derecho de bando (poder señorial en la Edad Media).
Explotaron todos los mediosposibles para acrecentar su poder: Jugaron con el miedo al infierno, arrebataron los dones, y vendieron los sacramentos. Los cargos episcopales y eclesiásticos vendidos fueron objeto de un verdadero tráfico.Así se establecieron muchas de las dinastías de obispos.
[editar]Condena de la simonía
La simonía fue, realmente, un hecho deshonroso, contrario a la palabra de Jesucristo según el Evangelio de...
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