la vida es otra cosa

La literatura como revelación del lado que no se ve de la conducta humana, es hija de la libertad creadora. Aunque, como manifestación del pensamiento, es también pariente de la organización y laforma. Certeza de ello es la clasificación de los géneros literarios. Una novela, por ejemplo, tiene una estructura, sin embargo puede darse la libertad de privilegiar un aspecto de ella por encima deotro. Jeannette Miller es una de las escritoras que cree en este precepto. Su novela “La vida es otra cosa”, más que el desarrollo de una trama en principio, desarrollo y desenlace, plantea elcoincidencia temporal y espacial de personajes con historias de vida electrizantes. Por algún motivo, estos hijos del señor tienen frecuentes intercambios entre sí, que hacen que los actos de uno interfierandirectamente en la vida del otro.
Para hablar de esta novela hay que hablar de nombres, de personajes, de actores que, por sus decisiones, crean historias con raíces e intenciones diferentes entresí, y se mezclan en un ambiente de pobreza y marginalidad. Cada nombre que conforme avanzan las páginas, se integran a `La vida es otra cosa¥ viene con su maletita de circunstancias que justifica sureacción ante las situaciones que se le presentan. Poco a poco el lector va compartiendo con cada uno de ellos, va sintiendo que conoce a María, una mujer trabajadora que se va del campo en busca de unmejor futuro para ella y algunos de sus hijos; al Chino, el único hijo de María que valía la pena. Comparte con Lurdes, una joven profesora universitaria, el compromiso de ayudar a la juventud delpueblo a alejarse de las drogas y que la hizo ganarse enemigos gratuitos. Entiende las razones que llevaron a Yudelka a mudarse a La Capital para prostituirse; las que guiaron a Miguel a traficarestupefacientes en los Estados Unidos y organizar viajes ilegales a Puerto Rico; las de Tiburón, un asesino que mataba sin sentir el más mínimo remordimiento y del que se rumoraba se convertía en homosexual...