Las alas del coraz n

Las alas del corazón

Mi nombre es Pablo, por Pablo Picasso, un pintor que a mi mamá le gusta muchísimo; pero no te engañes, Yo no sé pintar. Esto que estás leyendo lo escribí para contarte una historia que quiero que conozcas; me pasó hace mucho tiempo y no la he olvidado. No podría olvidarla nunca.

Esta es una historia acerca de un ángel ¿Cómo crees que son los ángeles?, seguro piensas quetienen alas blancas, pelo rubio y una aureola sobre la cabeza; pues no, el ángel que Yo conocí no era así.

-Ni siquiera tenés alas –le dije.

-Bueno ¿y para qué me podrían servir unas alas aquí, si puedo tomar el autobús? –me contesto.

Lo conocí en el parque de Los Almendros, que queda muy cerca de mi casa. Y en realidad no parecía tener nada de especial. Su pelo era castaño, sus ojos cafés,vestía como cualquier persona con camisa gris y pantalones azules, parecía triste; muy triste. Yo me preguntaba por qué. ¿Qué puede poner triste un ángel? –Los ángeles tenemos una misión que cumplir –me explicó. Yo, antes de conocerlo, no lo sabía; pero resulta que todos los ángeles tienen que cumplir con la misión que se les ha encomendado. Esa misión es su razón de vivir. ¿Puedes imaginarte algo másimportante que eso?

Poco a poco comencé a entenderlo. Caminamos por un rato y yo pude ver el mundo tal como él lo miraba: las personas pasaban a nuestro lado muy rápido, siempre hablando por teléfono o mirando el reloj; una pareja discutía y más allá, una anciana ciega pedía limosna. ¡Y Yo, de pronto, me sentí tan triste como él.

Entonces, entendí cuál era la misión que lo hacía tan desdichado;él no podía hacer felices a las personas.

Luego se despidió de mí, camino casi arrastrando los pies y, un poco más lejos pude ver cuando deposito una moneda en la mano de la anciana.

A solas, estuve pensando durante mucho tiempo, no había imaginado que ser feliz pudiera resultar tan difícil. Yo solía ser feliz al jugar con mis amigos, al leer un buen libro o al mirar una flor; pero toda la genteparece necesitar miles de cosas para ser feliz: carros, televisores, una casa grande y sobre todo mucho dinero, pero para poder tener todo eso se tiene que trabajar mucho. Y si trabajas mucho, no te queda tiempo para jugar o mirar las flores y de todos modos no eres feliz. Otras personas no son felices porque se sienten solas y necesitan amar y no saben a quién. Si lees el periódico, te das cuentade que hay muchas más noticias malas que buenas.

Después de pensar tanto me sentía muy desanimado y bajé al jardín; pero ni las flores me parecían tan bonitas como antes. Y pensé que vivir así era realmente horrible; pero hay tanta gente triste, que a veces piensa que debería sentirse triste también.

Entonces fui a ver a los gusanitos. Verás, en mi casa enterramos la basura orgánica (cáscara defrutas y vegetales) para reducir la cantidad de basura que generamos, así ayudamos un poco al planeta. En esa basura, que se convierte en abono, nacen unos gusanitos blancos, que se mueven de una forma muy graciosa; me encanta mirarlos porque nunca dejan de moverse; siempre tienen algo que hacer. Estando allí me di cuenta de una cosa: ¡el mundo es perfecto!, la cuestión es cómo se le mire. Elcielo, las nubes, las estrellas, todo es muy bello, por supuesto que hay muchas cosas que están mal, pero todas son construcciones y se pueden destruir y construir otras nuevas y mejores. Muchas de estas construcciones son nuestras. Otras están afuera y lleva mucho tiempo y esfuerzo cambiarlas; pero los gusanitos blancos siempre estarán allí para comerse nuestra basura si la ponemos en el lugarcorrecto. Corrí al buscar al ángel, porque ya sabía cómo ayudarlo.

Lo encontré sentado en una banca del parque, fui hacia él y le entregué un girasol. Él me miró extrañado y sonrió ¡Sonrió por primera vez! En ese momento comenzó nuestra misión. Si, nuestra misión, porque Yo ya había decidido ser parte de ella, entonces comenzamos a cambiar las cosas.

Tal como los pequeños gusanos blancos,...