las cruces sobre el agua

El 15 de noviembre de 1922, hace ochenta y un años, se arrojaron a las turbias aguas del Río Guayas (Ecuador) cientos de cadáveres de quienes se manifestaron en una histórica huelga general que fuereprimida bajo las balas de la policía y el ejército. Ecuatorianos se mataban entre ecuatorianos mientras que la cotización del dólar subía de dos sucres a cuatro –hoy congelado a veinticinco mil yainexistentes sucres– debido a la caída de los precios en el mercado internacional del cacao.  Los huelguistas sepultados bajo las aguas fueron conmemorados con una alfombra de cruces que flotaron sobreel río durante varios días tras el holocausto.  Un acontecimiento sin duda aleccionador protagonizado por las diversas colectividades de trabajadores, sindicatos y algunas organizaciones lideradaspor mujeres, como el destacado Centro Feminista Rosa Luxemburgo; todas ellas hermanadas por el hambre, la miseria y la efímera esperanza que acabaría en tragedia.  Tras este sangriento episodio, en elEcuador surge el sindicalismo moderno en el que Joaquín Gallegos Lara (Guayaquil, 1909-1947), autor de Las cruces sobre el agua –novela testimonial de estos funestos hechos–, participa devotamentemilitando en el Partido Comunista Ecuatoriano, el PCE.
 
            Gallegos Lara apenas tenía trece años cuando la actividad en el Ecuador se paralizó con esta huelga general.  Su ciudad natalrecientemente había sobrevivido a la peste bubónica que azotó a los ciudadanos en su mayoría pobres, tal como se manifiesta en los primeros capítulos de esta novela.  El frágil régimen agrícola nacionalcentrado en el monocultivo del cacao se resquebrajaba ante la incurable aparición de plagas y sus consecuencias en la demanda internacional.  El pueblo se estaba haciendo cada vez más pobre y las medidaseconómicas para salvaguardar a las entidades financieras y al sector agrario encarecieron la cesta familiar hasta el punto de generar el hambre y la efervescencia en el obrero.  Gallegos Lara tenía...