Liberalismo, Estado y Orden Burgués (1852 - 1880) - Marta Bonaudo - Historia Argentina
Marta Bonaudo
En este verdadero proceso de ingeniería social la mirada recorre tanto las transformaciones producidas en el interior de la sociedad civil como en la comunidad política y se dirige hacia los tres grandes objetivos concretados en ese proceso.
a) Sentar las bases de un orden burgués
El liberalismo en el que pretendíarefundarse esa sociedad tuvo, entre tantos otros desafíos, que dar contenido a la idea de progreso.
Éste no sólo implicó poner en juego la maleabilidad y la capacidad de adaptación de grupos burgueses gestados en la tradición colonial y posindependiente o sumar a los nuevos actores empujados a estas tierras por sucesivas oleadas inmigratorias tras el sueño de fare l´ America. Desde espacios menoresque aquel que comprendería el Estado nacional, estos actores debieron afrontar nuevos riesgos en la consolidación de un proceso de formación de capitales que los empujaron a exceder las dimensiones operativas precedentes y a proyectar con mayor amplitud sus sistemas de alianzas, sus redes. Se vieron altamente beneficiados por las decisiones estatales de entregar al juego del mercado la tierrapública recuperada del dominio indígena así como por las políticas de subsidios o garantías para inversiones de alto riesgo y de lenta maduración del capital.
Desde sus empresas familiares o desde sus sociedades anónimas, tampoco desestimaron las actividades manufactureras que los vínculos con un mundo agrario en transformación les requerían, con miras al consumo interno o a la exportación, o lasde servicios que los enfrentaban tanto con la renovación portuaria o ferroviaria como con la nueva dinámica editorial.
Para ellos fue imprescindible articular los diferentes espacios regionales con el objeto de lograr una inserción operativa en un mercado mundial crecientemente integrado. Si en la percepción de algunos actores dicha inserción, sin controles o límites, podía deparar consecuenciasimprevistas y negativas en función del cambio deseable, la lógica liberal dominante impuso los criterios de una economía abierta al mundo.
En esta dirección, un complejo entramado de relaciones económicas, sociales y culturales generó en el antiguo litoral un modelo productivo capitalista sobre el que se edificó el universo material y simbólico pampeano.
Del mismo modo, para las economías delas provincias del norte y cuyanas, tradicionalmente vinculadas con los centros mercantiles andinos y del Pacífico, la salida fue una más operativa articulación interior y su reorientación atlántica. Si en esta etapa la lógica del capital mercantil, consolidó en Mendoza un modelo de ganadería comercial, en Tucumán gestó una alternativa mercantil-manufacturera aumentada por la producción deazúcares, aguardientes y cueros. Operando como nexos entre mercados distantes, una y otra provincia salieron fortalecidas de este proceso, proyectando entre los setenta y los noventa dos experiencias agroindustriales: la azucarera y la vitivinícola.
Pero a éstos debieron sumarse otros cambios. Fue necesario desbrozar un terreno plagado de privilegios, en el que el capitalismo debía imponer sulógica de modificación profunda de Las relaciones sociales, asentado sobre dos valores básicos: propiedad y trabajo. Ninguna de las variables de la vida económica pudo escapar a dicha lógica: los bienes, los capitales, la tierra, la fuerza de trabajo.
Mientras se clarificaban los contenidos y límites de una propiedad privada que tendía a imponerse desestructurando antiguas legalidadesconsuetudinarias, avanzando sobre prácticas y tradiciones de usufructo, se difundía la salarización como mecanismo para establecer relaciones de equivalencia entre empresarios y trabajadores y a universalizar pautas contractualistas.
Sin embargo, lo nuevo que pugnaba por imponerse debió coexistir aún con el privilegio o la desigualdad gestados en la propia interacción entre las esferas estatales en...
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