libro de mi amiga

Catalina Muñoz Barría

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Dedicado al amor de mi
vida

Gerson.























Prólogo

Revolviendo entre un montón de fotosaisladas en una esquina de mi habitación, encontré una que de inmediato me trajo recuerdos, viejos recuerdos enterrados en algún lugar de mi cerebro. Aparecía él y yo, besándonos como solíamos hacerlo, en aquel lugar tan precioso al que solíamos escaparnos. Una nostalgia logró ahogar mis ojos y comencé a llorar. Vernos allí, tan felices, tan inseparables, me hizo pensar en qué nos pasó, cómo pudimoscambiar tanto, cómo pudimos hacernos tanto daño, cómo todo pudo terminar de aquel manera. Yo lo amaba y creo seguir haciéndolo, pero ya no sé nada de el, incluso viviendo tan cerca. He intentado hablar con él, pero nunca está en casa o simplemente no quiere contestarme el teléfono, sé que lo que hice estuvo mal, pero no se puede decir que toda la culpa fue mía, ambos cometimos errores, ambos hicimoslas cosas de una forma incorrecta y no es justo lo que está pasando, no es justo que yo me lleve todo el dolor. Si tan sólo me dejara hablarle una última vez, no podré estar tranquila sin eso, no hay día en que no piense en él y todo esto me está consumiendo. Además recordar aquel día, cuando se destruyó todo y quedó a la vista cuanto me quiso, recordar eso y mantenerlo como un asunto pendiente mehiere enormemente. Al cerrar los ojos e imaginarlo es como estar allí nuevamente.
No conseguía creerlo. Estaba ahí, lo oía, pero, aun así, parecía una pesadilla. ¿Quiero estar solo y no hacerte daño? Que sabía el del daño que me estaba provocando, nunca fue capaz de comprender lo que yo sentía. Sus padres debieron influir mucho en su decisión, de eso estoy segura. Oh, como los detesto. Sinembargo logro reconocer que todos tenemos algo de culpa, nunca se debe sólo a una persona, es resultado de la acción de muchos y esta no sería la excepción.

Yo estaba ahí, en medio de la habitación, sobre su cama, llorando desesperadamente, y él, con su mirada fría, diciendo que ya no había nada que hacer, todo había acabado. Fueron un par de palabras crueles más y salí corriendo de ese lugar,no podía aguantar más; en el intertanto su padre me preguntaba si estaba bien ¿Que si estaba bien? Claro, todos mis problemas, traumas, miedos, complejos cayendo sobre mí de una vez y yo debía estar bien. Baje corriendo la escalera de la casa y en el último escalón ya no pude contenerme más, me senté a llorar, casi a gritos, mientras las lágrimas corrían por mis mejillas sentía un ardor taninsoportable, veía mi vida yéndose de a poco.

Fue entonces cuando, sintiéndome la persona más desdichada del mundo, alce la cabeza y vi pasar un vehículo frente a mí y, casi sin pensarlo, me arroje a la calle, viendo la muerte como la única solución.

El primer par de vehículos pasó junto a mí casi rozándome, en esos segundos aún quedaba la esperanza de que él llegara, pero nada. Me tambaleémientras intentaba dar unos pasos, no sabía si eran las pastillas que había tomado por la noche lo que me tenía así, o aquella horrible conversación, como fuera, no lograba equilibrarme. Noté que la gente me miraba, desde sus casas, desde los autos o desde la misma calle a unos metros de mí, antes ni siquiera había concebido la idea de que alguien pudiera estar observándome. La angustia se hacía cadavez más insoportable, era increíble lo que estaba sucediendo, casi parecía un sueño…¿sueño?, más bien una pesadilla, que no lograba acabar.

Alcé la vista unos segundos para observar un par de aves que rondaban sobre mi cabeza, algo no andaba bien conmigo, quizá eran las lágrimas cubriéndome los ojos, pero sólo conseguí verlas dobles, estaba tan mareada. Siempre he admirado y, quizá,...