libro de samael

Psicología Revolucionaria
Samael Aun Weor

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PRÓLOGO
El estudio de los anales del hombre, de sus inquietudes, de sus íntimos anhelos,
deseos, impulsos, de sus emociones, pasiones, esperanzas, desesperanzas, de sus
miedos, frustraciones, envidias, celos, etc., etc., ha constituido desde tiempos
inmemoriales un objetivo, una meta por alcanzar por parte de los preceptores dela
humanidad. A esta tarea se dedicaron los antiguos Sacerdotes egipcios cuando
crearon en el país asoleado de Kem sus templos y santuarios para desarrollar el
Culto Osiriano y su reflexión dentro del hombre buscando transformarlo de hombre
vulgar en Adepto o Hierofante.
Igualmente, entre los Misterios Tibetanos existió y existe la temática inherente al
estudio de lo que el lamaísmo llama«agregados psicológicos indeseables»,
aludiendo a las energías desordenadas que habitan y cohabitan dentro de la psiquis
humana determinando formas de conducta contradictoria, arbitraria, nefasta y,
obviamente, perjudicial, tanto para quien la padece como para quienes lo rodeen.
Como eliminación de estos factores, el lamaísmo y el budismo propusieron y
proponen lo que ellos llaman:AUTOANIQUILACIÓN o AUTODECAPITACIÓN
PSICOLÓGICA, y en torno a este procedimiento versan miles de cátedras impartidas
por estos ínclitos guías espirituales; y, así mismo, todo este estudio es la base de los
profundamente significativos mandalas, acerca de los cuales escribió tan
agudamente C. G. Jung en varias de sus obras.
La filosofía griega, hermana de la philokalia egipcia, hizo nacer igualmente «laciencia del alma» o psicología (del griego psique y logos; literalmente ‘tratado sobre
la psiquis o alma’). Del mismo modo, los griegos se preocuparon de desarrollar
dentro de los Misterios de Eleusis y de Dionisios la enseñanza dedicada a escudriñar
las zonas obscuras del comportamiento humano, y elaboraron todo un programa
didáctico y dialéctico para hacer comprender a los Iniciados laurgente necesidad de
eliminar, cada quien, su Medusa particular, su Minotauro, en otras palabras, sus
Gorgonas venenosas, que cual furias insaciables buscan desestabilizar la armonía,
la felicidad y la belleza interna, o propiamente angélica, del género humano.
Más allá del Atlántico, los pueblos mesoamericanos como los mayas, los aztecas,
los olmecas; y en Sudamérica los incas, los chibchas, losmapuches, los quechuas y
muchos más, también advirtieron de la presencia, dentro del hombre, de innúmeros
y variados «malos visitantes» que producen en el interior de la humana victima toda
índole de desgracias morales, sociales y psicosomáticas. Baste recordar, por
ejemplo, la encarnación de estos males personificada en la diosa Luna
COYOLXAUHQUI, enemiga de HUITZILOPOCHTLI (el Sol, la luz,la Sabiduría
divina, el bien, etc.), la cual era acompañada en sus maléficas romerías por los
CUATROCIENTOS SURIANOS (criaturas sin ley, de carácter anárquico, violento y
diabólico), tal y como lo acredita la tradición azteca en este caso.
Si hiciésemos regresión en el tiempo, encontraríamos así mismo que los primitivos
cristianos concibieron, de igual manera, la presencia de entidadesmalignas en la
estructura interna de toda criatura humana. Toda la dialéctica cristiana estuvo
siempre encaminada a lograr la expulsión del «maligno» o «inicuo» (como lo llamara
Pablo de Tarso), para restablecer la paz y la comunión con lo divino dentro del

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protagonista de las Sagradas Escrituras, que no fue ni será otro que el mismo ser
humano.
Miradas todas estasconcomitancias filosóficas, psicológicas y, asimismo, teológicas,
podemos decir que el afán del hombre por encontrar sus raíces auténticas, su
verdadera identidad y sus legítimos valores de los que estuvo dotados en la Aurora
de la Creación, ha persistido y persistirá a través de las edades, dado que es
condición innata en la humana especie el preguntarse una y mil veces: «¿Quién
soy? ¿Por qué estoy...