librojaja

7 de agosto del 1998, Sevilla, España.

Querida familia:

Tras estar atravesando una extraña etapa de confusión inclinada hacia las decepciones, el fracaso y el desconocimiento propio de mi persona que parece no tener salida, quiero decirles a través de éste medio, y sin dar lugar a que ustedes hagan algo al respecto, que he decidido marcharme junto a mi amigoAdrián a Málaga, y yo he aceptado irme con él.
Seré breve, su familia es muy adinerada, yo a él lo aprecio como a un hermano, pero ha llegado una oferta de trabajo para su padre, y el partirá allí a mudarse. Él me conoce bien y sabe el momento de mierda por el cual estoy pasando, sabe sobre nuestras peleas familiares, cómo los he despedazado a ustedes, mi familia, sabe cómo me ha ido en la escuela,sabe cómo me afectó la calle y cómo cambié en éstos últimos meses. Soy desconocido para mí mismo.
Siendo consciente de que si me voy de casa voy a ser un peso menos, me despido de ustedes, voy a estar muy bien, y ustedes siempre serán un buen recuerdo. Algún día prometo volver a alegrarlos, mientras tanto, les dejo un saludo enorme para todos.
Con cariño, Pablo.










Introducción

Aquí estoy,viajando en una pick-up con la mirada perdida hacia la ruta, como siempre, pero en éste preciso momento, cada árbol que pasa rápidamente por mis pupilas, es un recuerdo de mi vida. Los grandes árboles del horizonte me alegran sin razón, me remiten a mis hermosas épocas de la infancia en las que iba a la plaza y corría detrás de una pelota como si mi vida no fuera a parar nunca. Pero ahí aparecen losárboles diminutos, los viejos, los muertos. Y ahí mi mirada se dirige hacia adelante, dejando de lado la meditación y volviendo a la maldita realidad. Estoy yendo hacia un lugar en el que probablemente vuelva a nacer, y quizá mi vida tenga un enfoque correcto. O quizá no. La vida siempre fue así, y ahora que mi vida corre a pasos agigantados hacia la adultez, me estoy preocupando demasiado. Quizási fuera un adulto de 50 años se me caería el pelo por el nivel de estrés que me produce pensar en lo que se viene de ahora en más, pero por suerte todavía no me tengo que preocupar por eso.
Desde chico tuve una extraña pero acertada teoría de que la vida se basa en un conjunto de misiones, que se renuevan día a día. Ir a la escuela, juntarme con mis amigos (ahora sólo queda Adrián, y se loagradezco mucho), hacer la tarea, y cuando tenía suerte hacer algún trabajo, o ayudar a alguien a aprender piano, cosa que me dejaba bastante plata.
La única razón para odiar mi partida de casa es que mi amado piano seguramente va a ser vendido, o usado como mueble, y yo voy a tener que esperar a que se alineen los planetas para volver a tocar uno. Me lo voy a lamentar mucho, espero pronto poder haceralgo por volver a la música.
Paramos a cargar nafta, y bajamos todos de la camioneta, la madre de Adrián es muy buena, siempre que tuve contacto con ella me trató como un hijo, como si fuera quizá mejor persona que Adrián. Yo en realidad siempre fui cortés con los mayores, y eso es algo por lo que mis padres siempre agradecieron, porque los vecinos y demás mayores hablaban maravillas de mí, y esoes algo por lo que siempre estuve completamente tranquilo.
No puedo evitar sentirme horrible al intentar encajar en un círculo de personas que no sea mi familia, y lo quizás "peor" (realmente no lo es) es que los voy a tener que ver todos los días de mi vida. Ojalá pueda tener éxito de aquí en más, y no me equivoque.
— Vamos, Pablo, ¿te sientes bien, no?. ¿Qué dijeron tus padres?.
— Van a estarbien, qué se yo, seguramente mejor sin mí. No dijeron nada, algún día los voy a volver a ver.
— Ah, por cierto, tenemos pensado en éstos días elegir una escuela, ¿vas a ir con Adrián? ¿o vas a esperar a recuperarte bien y después me dices?.
— Lo veré. Pero creo que estoy preparado para todo, yo luego te aviso. Gracias por preocuparte Florencia.
Realmente quería que existan más personas como la...