literatura medieval
Distinto -pero allegable- es el caso de aquel religioso que, en un cuento del Calila, compra un ciervo «para facer sacrificio», y es engañado por tres astutos individuos; loscuales, apostándose en diferentes lugares del camino por donde el religioso ha de pasar con el ciervo, le preguntan, uno tras otro, por el can que lleva tras sí. Después del tercer encuentro, elreligioso acepta que es can y no ciervo, el animal que lleva, poniéndolo en libertad; circunstancia que aprovechan los engañadores para tomarlo, degollarlo y repartírselo5.
El religioso ha ido perdiendo lafe en la información que sus ojos le proporcionaban, para ir aceptando, encuentro tras encuentro, la suministrada por las ajenas miradas, que acaban por merecer más crédito que la suya propia. A doñaVascuñana le es suficiente el punto de vista proclamado por don Alvar Háñez, para renunciar al suyo. El ritmo ternario, tan característico del cuento tradicional, de los sucesivos encuentros con lostres engañadores, fue necesario para que el religioso viese un can donde venía viendo un ciervo. Un solo encuentro no habría bastado, a diferencia de lo que le ocurre a doña Vascuñana, capaz de ver,al momento, yeguas donde había visto vacas, tan pronto como así lo proclama su marido.
Una situación, en cierto modo, relacionable con la del religioso del Calila, es la que encontramos en el últimocuento -el LI- de la primera parte del Conde Lucanor, el ejemplo de Lo que contesçió a un rey christiano que era muy poderoso et muy soberbioso.
Sabido es que este rey, tan soberbio como para suprimirdel Magnificat el verso Deposuit potentes de sede et exaltavit humiles, es castigado por Dios en ocasión de estar en unos baños, haciendo que un ángel tome sus ropas y le suplante. El desposeído...
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