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Así fue. Otrora, los daneses con lanzas
y los reyes que los gobernaban tenían coraje y grandeza.
Hemos oído campañas heroicas de esos príncipes.
Estaba Shield, el hijo de Shef, azote de muchas tribus,
un desguazador sobre los bancos de aguamiel, que arrasaba entre los enemigos.
Este terror de las tropas de salón había llegado lejos.
Bastardo en sus comienzos, prosperaría después
a medidaque sus poderes se hacían patentes y su valía quedaba demostrada.
Al final, cada clan de las costas periféricas
más allá de los caminos de ballenas, tuvo que rendirse ante él
y comenzó a pagar tributo. Aquél fue un buen rey.
Posteriormente, nació un hijo de Shield
un cachorro en el patio, un consuelo enviado
por Dios a la nación. Él sabía lo que habrían sufrido,
cuán largos habrían sido lostiempos y cuántos problemas habrían tenido que superar
sin (la ayuda) de un líder; así que el Señor de la Vida,
el glorioso Todopoderoso hizo de este hombre (alguien) renombrado.
Shield había engendrado un hijo famoso:
el nombre de Beow era conocido en todo el norte.
Y un príncipe joven debe ser así de prudente,
dándose generosamente mientras su padre vive
para que después, cuando comience(a participar en) los combates
tenga compañeros inquebrantables que le apoyen
y mantengan las fronteras. Un comportamiento admirable
es el camino al poder entre las gentes de cualquier lugar.
Prosperaba Shield todavía cuando le llegó su hora
y fue a ponerse en las manos de Dios.
Sus alianza de guerreros hizo aquello que él había declarado
al promulgar la Ley de los daneses.
Llevaron enhombros hasta las aguas del mar
al jefe que reverenciaban por haberlos gobernado largo tiempo.
En el puerto, una proa adornada con una corona
vestida de hielo, a punto de partir, la embarcación digna de un príncipe.
Tendieron a su noble señor en su bote,
dispuesto cerca del mástil, en medio del barco,
a aquél que había sido tan generoso. Se apilaron sobre él
tesoros traídos desde lejos y seornó de forma ejemplar.
Nunca se había oído antes de barco alguno que hubiese estado tan limpio
con un equipo de guerra, armas afiladas
y cotas de malla. Se cargó sobre él todo el tesoro a la vez: navegaría lejos
hacia los dominios del océano.
Cubrieron su cuerpo en forma no menos generosa
con las ofrendas que le habían hecho aquellos
que lo habían recogido cuando era un niño
y lo lanzaronsolo sobre las olas.
Y colocaron un estandarte de oro
por encima de su cabeza y lo echaron
al viento y la marea, llorando su pérdida
y poniéndose de luto. No hay nadie que pueda decir,
ni sabio de cámara o veterano
que sepa con certeza qué fue de la carga.
Entonces cayó sobre Beow la responsabilidad de proteger el fuerte.
Estaba bien considerado, por lo que gobernó a los daneses
durantemucho tiempo tras la muerte de su padre.
Y, posteriormente, su heredero,
el gran Halfdane, ejerció el dominio
durante toda su vida, anciano y caudillo.
Este príncipe luchador fue cuatro veces padre:
uno a uno llegaron al mundo
Heorogar, Hrothgar, el buen Halga,
y he oído que también una hija que era la reina de Onela,
un bálsamo en la cama para el sueco marcado con cicatrices de guerra.
Lasuerte de la guerra favoreció a Hrothgar.
Amigos y paisanos se congregaron en torno a su autoridad,
jóvenes seguidores, una fuerza que creció
hasta convertirse en poderosa armada. Por ésto se decidió
a erigir una gran mansión: transmitió órdenes
de que se construyese una gran cámara de hidromiel
de la que se pretendía que fuese maravilla del mundo por siempre.
Sería su sala del trono y, unavez allí, él repartiría
entre jóvenes y ancianos los bienes que le había dado Dios,
pero no las tierras ni las vidas humanas.
Según he oído, a lo ancho y largo del mundo
se dio orden a muchas personas para que ornasen
aquella construcción. Por lo que, en poco tiempo, allí estaba,
terminada y lista, a la vista de todos,
la morada de moradas. Escribió sobre ella
el nombre de Hereot, cuya...