Lo que fui por ti

Una noche fría, como de esas que hacía años no habían en Francia, él deambulaba por la acera, la lluvia era intensa.
Las calles eran barrancos que subían y bajaban, las calles adoquinadas eranresbaladizas para sus nuevos zapatos, por lo que caminaba con cuidado.
El silencio de la noche se confundía con los golpes de las gotas que caían como si el ejercito napoleónico estuviera avanzando, lasluces de la calle se iban apagando por el viento, las ramas se movían como brazos putrefactos tratando de agarrar quien sabe que.
Al final de una calle, él se encuentra con una barranco muyempinado, pero en la escena hay algo nuevo es un perro negro, podríamos decir un Doberman, y luego otro, y otro detrás de él. En un momento estaba rodeados de esos perros, con sus dientes afilados afuera, lamirada endemoniada, la baba cayendo como la lluvia, esa lluvia que no paraba de empapar los adoquines.
El instinto humano suele ser acertado a veces, más que la razón, él, corrió.
Corrió comonunca antes lo hizo, barranca abajo, resbalándose con los adoquines, tratando de mantenerse en pie, los perros lo perseguían, él era la presa. Corrió.
La calle empieza a ascender, tiene las piernascansadas, el paisaje es demasiado empinado pero corre, su corazón está latiendo a más no poder, la respiración que se mezcla con la neblina, los ladridos cada vez más cerca, la lluvia que no cesa, corre.Al llegar a la calle de arriba sus ojos no pueden cree lo que ven, son más perros pero esta vez de otra raza, parecieran como labradores, no son agresivos. Los otros, los negros, se han quedadoquietos también como él.
Uno de estos labradores ladra y comienza a caminar hacia adelante, los demás lo siguen. Nuestro protagonista no sabe que hacer, detrás suyo hay perros asesinos que sean detenido,a delante, perros inofensivos, muchas opciones no tiene, decide seguir a los labradores.
La calle comienza a descender, es otra barranca, pero está es diferente, la lluvia ha parado por fin. El...