los dueños del mundo

Los dueños
del mundo
Eduardo Sacheri

Editorial: Alfaguara Juvenil
Lugar y fecha de edición: Buenos Aires,
febrero de 2012
Cantidad de páginas: 144
Serie: Roja (desde 14 años)

Guía de lectura

1. El autor
Eduardo Sacheri nació en Buenos Aires en 1967.
Profesor y licenciado en Historia, ejerce la docencia
universitaria y secundaria. Publicó los libros de relatos
Esperándolo aTito y otros cuentos de fútbol (2000), Te
conozco, Mendizábal y otros cuentos (2001), Lo raro
empezó después. Cuentos de fútbol y otros relatos
(2004), Un viejo que se pone de pie y otros cuentos
(2007), y las novelas La pregunta de sus ojos (2005;
Alfaguara, 2009) y Aráoz y la verdad (Alfaguara,
2008). Colabora en diarios y revistas nacionales e
internacionales. Su novela La pregunta desus ojos
fue llevada al cine por Juan José Campanella, con el
título El secreto de sus ojos, film que se convirtió en
una de las películas más exitosas de la historia del cine
argentino; fue distinguido con numerosos premios
–entre los que se destaca el Oscar a la mejor película
extranjera (2010)– y cuyo guión estuvo a cargo de
Sacheri y Campanella. Aráoz y la verdad fue adaptada
al teatropor Gabriela Izcovich y protagonizada por
Luis Brandoni y Diego Peretti. Sus narraciones han
sido publicadas en medios gráficos de la Argentina,
Colombia y España, e incluidas por el Ministerio de
Educación de la Nación en sus campañas de estímulo
de la lectura. Su obra ha sido traducida a más de
veinte idiomas.
En 2011, publicó en Alfaguara su nueva novela Papeles
en el viento.

2.Síntesis del libro
Análisis: Los dueños del mundo reúne diecisiete
relatos que tienen como protagonista a los chicos
del barrio. En el prólogo, Sacheri nos advierte sobre
el carácter verdadero de estos episodios, a los que ha
sometido a los procedimientos propios de la ficción

para convertirlos en Literatura. Aquí también el autor
plantea su culto por la amistad al no mencionar elverdadero nombre de los responsables de las muchas
travesuras que se narran, apelando a un refrán que le
enseñó su abuelita Nelly: “Se dice el pecado, pero no
el pecador”.
Por lo dicho, con un narrador en primera persona, que
suele interpelar al lector, y una impronta fuertemente
autobiográfica, se reproducen una serie de anécdotas
en las que prevalece el tono evocativo, con algunas
pinceladasde humor, y otras de ternura, para rescatar
las pequeñas hazañas de la barra de la esquina ‑las
que, por momentos, alcanzan status de aventura­ , y
‑
también algunos dolores y derrotas.
La acción siempre está ambientada en un sector
de Castelar (la calle Blanco Encalada, la barrera de
Zapiola), a fines de los setenta, y en un barrio clara‑
mente identificado con la clase media. Lasalusiones al
contexto político permiten reconocer inequívocamente
la época, como en “Ferrocarriles”, donde dos amigos se
topan con un Ford Falcon verde, emblema de la última
dictadura militar; también ayudan a la construcción del
verosímil realista las múltiples referencias a programas
de televisión (el Chavo del Ocho, las series “Combate”
y “El increíble Hulk”) y artistas con los que loschicos
se identificaban por aquellos años (Rafaela Carrá, Julio
Iglesias). En este sentido, y teniendo en cuenta que
la obra de Sacheri está íntimamente ligada al fútbol,
también se recuerdan los jugadores que integraron
la selección del Mundial ‘78 (Mario Kempes, Ubaldo
Matildo Fillol), evento que marcó a esa generación.
Si bien no hay intencionalidad moralizante en los
relatos, estos secierran con una reflexión sobre lo
narrado, un deseo en voz alta, un tardío pedido de
disculpas a un vecino o un análisis sin tapujos del cual
se desprende una ética comprometida con determi‑
nados valores, como la generosidad en “La Laguna”
o el reconocimiento de los errores en “Bicicletas
III”. En cualquier caso, la perspectiva adulta permite

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