Los Partidos Y Las Mafias Politicas

Los partidos y la mafia política |
|

Si en el papel no lo son —porque según la Carta Magna son entidades de interés público—, en la práctica los partidos políticos se parecen cada vez más a los grupos mafiosos |
|
 PAN y PRD intentan emboscar al PRITricolores acribillan a CalderónSi en el papel no lo son —porque según la Carta Magna son entidades de interés público—, en la prácticalos partidos políticos se parecen cada vez más a los grupos mafiosos. ¿Por qué? Porque los mueve sólo el poder, a secas, no el interés público.Más allá de la retórica de pugnar por el poder para crear gobiernos al servicio de la gente, lo cierto es que la clase política del nuevo siglo —el de la transición, la alternancia y la democracia mexicanas— se parece cada vez más a los grupos mafiosos —delnarco y el crimen organizado—, que pelean por mantener sus territorios, imponer sus reglas, impedir que un grupo rival les arrebate su feudo y, por supuesto, hacen todo contra sus adversarios. Y claro, por mantener sus jugosos ingresos.¿Qué es, por ejemplo, la lucha electoral de un estado como Oaxaca?Sí, es la lucha de una mafia de larga data, como es el PRI de Ulises Ruiz, que intenta mantener elcontrol del feudo llamado Oaxaca, ¿ante el embate de sus adversarios?¿Y quiénes intentan arrebatarle a Ulises Ruiz el poder en Oaxaca? Pues nada más y nada menos que otro grupo mafioso, el del ex gobernador Diódoro Carrasco —también ex secretario de Gobernación y hoy reputado panista—, quien vestido con la casaca del PAN y aliado a otra mafia llamada PRD, empuja a su pupilo Gabino Cué para ganarla plaza. ¿Y qué pelean esas mafias? El control político y económico de ese panal de rica miel que es Oaxaca... y que es Hidalgo, Puebla, Durango…LA COMEDIAViene a cuento el tema porque en dos meses los mexicanos presenciamos uno de los más vergonzosos espectáculos de la mediocre y depredadora clase política mexicana. En diciembre de 2009, luego de que toda esa clase política dio muestras de suenanismo para hacer frente a la crisis global, el gobierno de Felipe Calderón lanzó una reforma política y esbozó una fiscal. Como focas, los partidos aplaudieron —para tranquilidad del respetable—, y dijeron que 2010 sería el año de las reformas, a sabiendas de que pocos creían en ello, porque se trata de un año electoral puro.Concluidas las fiestas, llegó 2010 con la confirmación de un rumor. Enefecto, “los genios” del PAN —quienes no mueven un dedo sin el palomeo de Los Pinos— salieron con la novedad de que rompían su alianza con el PRI, al que en adelante combatirían rumbo a 2012, e inauguraban una nueva alianza, ahora con el PRD y sus paraestatales, PT y Convergencia. ¿Por qué apostarle a la peligrosa suerte del cambio de caballo en plena carrera?De dientes para afuera, PAN y PRDexplicaron que en un acto de heroísmo sin paralelo en la historia electoral, sacrificaban su doctrina, principios y credo, a cambio de una causa superior. ¿Cuál causa superior? Sacar al PRI de horribles feudos como Oaxaca, Hidalgo, Puebla y Durango. Y claro, en muchos de ellos sacarían al PRI con candidatos del PRI. Nomás por aquello de la congruencia.Pero la realidad —más allá del heroísmo chabacano—,es que PAN y PRD ven aterrados que el PRI y sus presidenciables están a punto de volar la barda. Se van, se van y… ¿Y qué hacer para detener al PRI? En efecto, lo que sea necesario, incluso tragar los sapos y las serpientes que PAN y PRD vomitaron mutuamente en los tres años previos. Hicieron lo mismo que las mafias.LA TRAGEDIAPero en el otro extremo —el del PRI—, no son niños de pecho. Las delPRI son mafias de verdad. Y si PAN y PRD pretenden acribillar las ambiciones presidenciales tricolores y hasta fusilar al más aventajado de sus presidenciables, entonces el PRI sacó las R-15, los cuernos de chivo, las granadas y las pistolas matapolicías y acribilló de manera despiadada la propuesta electoral de Calderón, en un foro del Senado, donde estudiosos e intelectuales se prestaron para la...