Marillin

El cuerpo desnudo se encontraba sobre la cama. Solo una parte de él cubría la sábana blanca. En una mano seguía el tubo del teléfono. El piso estaba cubierto de discos de Sinatra. Un montón demedicamentos adornaban la mesa de luz.

Una ambulancia, hacia horas, esperaba estacionada en frente de la casa. Momentos antes, un Mercedes blanco traspasó el portón de entrada. Escoltada por doshombres bajó Robert Kennedy, no su hermano John. En la casa de huéspedes se encontró con Norma, ya nadie la llamaba de esa manera. La visita fue sin previo aviso, pero no era la primera vez quesucedía así. Norma y Robert discutieron y él se marchó.

La luna brillaba en todo su esplendor. Igualmente, la ventana de la habitación permanecía tapada con un material negro. Norma peinaba surubia cabellera. La copa de champagne parecía estar siempre llena.

Después de que terminó de producirse comenzó a escribir una nota. La interrupción fue producto de la necesidad de un sedante.Luego, discó el teléfono, una y otra vez, intercalando charlas y pastillas.

Eran las tres de la madrugada. Eunice, el ama de llaves, entró en la habitación. Acomodó un par de cosas. El cuerpode la rubia quedó en la cama, inmóvil.

Luego de que el segundo lavarropas terminara la limpieza, se hizo presente Greenson. El analista acudió al llamado de Eunice acompañado del DoctorEngelberg. Cruzados de brazos mirando la cama concordaron el parte médico. El piso del cuarto ya relucía, era oportuno llamar a la ambulancia.

Inmediatamente, dos enfermeros se pararon frente alcuerpo de Norma. Lo giraron, se podían ver sus labios rojos y ese lunar. Uno de ellos le colocó una inyección en el pecho.

Pasadas las cuatro de la mañana las puertas de la habitaciónparecían vaivén. La gente entraba y salía. Policías, agentes del gobierno, médicos, forenses, algunos de incognito. Las miradas se cruzaban entre sí y empezaban los murmullos.

Se hizo de día....