Marty
La eticidad martiana, el modo con que opera en su concepción del hombre, laubicación jerárquica que ocupa en los marcos de los componentes de la subjetividad, convierte el quehacer humano, incluyendo la cultura, la política, y la revolución por la república nueva, en una empresa eminentemente ético-moral.
Este modo de concebir el devenir humano esencial, como una empresa ético-moral adquiere determinaciones concretas en su visión de la cultura, en sus ideas políticas yen general en un ideal de racionalidad humana que quiere concretar en su república con alma de pueblo.
Es que la ética martiana aún asumiendo creadoramente la herencia cultural universal, como se mueve en instancias específicas de la realidad, e impelida por motivaciones de otra índole, posee su sello especial, en cuanto a concreción se refiere. Y en esta dirección si ciertamente el sentidoético martiano permea y penetra la política en toda su dimensión, de modo inverso sus convicciones ideopolíticas imprimen grados de concreción a sus concepciones éticas. La ética del deber en Martí no constituye un imperativo categórico, a priori, al cual la conducta humana tiene que adecuarse. Existe una realidad empíricamente registrable: la necesidad de la independencia de Cuba, y en Martí serefleja como agonía y deber. No existe una ética del deber en abstracto, sino deviene como deber insoslayable asumir la causa con amor, sentimiento y razón. Es una ética que no sólo norma, evoca, prefigura, sino que convoca y exterioriza amor, voluntad, valor, como deberes sagrados de la patria oprimida.
"Lo que ha de asombrar a los descreídos, si se saben algo de las flaquezas humanas –señala Martícon pasión patriótica- y lo que han de tomar como anuncio y lección, es que, en esta época sin gloria y sin triunfo, nos queden tanto como nos quedan: porque el hombre acude a la fortuna, como el mendigo al sol, y esquiva el sacrificio oscuro y la sombra del silencio; aunque el verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber; y ese es el verdadero hombre, elúnico hombre práctico; cuyo sueño de hoy será la ley de mañana ; porque el que haya puesto los ojos en las entrañas universales, y visto hervir los pueblos, llameantes y ensangrentados, en la artesa de los siglos, sabe que el porvenir, sin una sola excepción, está del lado del deber. Y si falla, es que el deber no se entendió con toda pureza, sino con liga de las pasiones menores, o no se ejercitó condesinterés y eficacia."
El sentido ético martiano ya en los inicios del 90, en plena preparación de la guerra presenta nuevas exigencias. Su labor teórico-práctica en la preparación de la guerra necesaria ubica la ética del deber como núcleo central. El deber en tanto acción conforme a u orden racional necesario adquiere un lugar predominante en su discurso.
Secundar el programa emancipador,apoyar el proyecto, incorporarse de alma y cuerpo a la lucha deviene deber de los cubanos. Un deber fundado en el desinterés y la eficacia y no movido por pasiones menores y ambiciones.
La proyección revolucionaria de Martí, y su inmanente ética del devenir, dignifica al hombre, como sujeto que piensa, razona y siente. En su intelección, revelar la propia naturaleza humana es premisa para...
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