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En el prologo de la primera edición de El mundo como voluntad y representación, el mismo Schopenhauer es el encardado de informarnos a cerca de las fuentes de las que deriva su pensamiento. “El únicosistema filosófico cuyo conocimiento es imprescindible para conocer mi obra es la filosofía de Kant” (Schopenhauer, 1819. Pp.15). De ella dice que “es el acontecimiento más importante de la filosofíaen los últimos años”, (Schopenhauer, 1819. Pp.15) y cuyo efecto “es comparable solo al de la operación de la catarata de un ciego” (Schopenhauer, 1819. Pp.15). Sin embargo, no se limita, ni muchomenos, a seguir ciegamente a Kant; antes bien, lo critica en pares fundamentales de la misma Critica de la razón pura, el libro que es el punto de partida, la base y el apoyo de su sistema. Por ejemplo,tiene por doctrina arbitraria y artificial toda la analítica trascendental, en especial la teoría de las categorías y reserva su incondicional y casi exclusiva admiración para la estéticatrascendental ante todo, y luego para la dialéctica trascendental. En su doctrina ética se siente, justificadamente, en absoluta y radical oposición a Kant. Tampoco la doctrina estética de éste le convence. Elmerito más grande que encuentra en Kant es la distinción entre fenómeno y cosa en sí. El punto preciso de la inserción de su sistema en el de Kant es la solución de la tercera de las antinomias de ladialéctica trascendental, la idea de libertad: lo que Kant limita al fenómeno humano lo extiende Schopenhauer a todos los fenómenos en general, por considerar que aquel difiere de estos sólo en grado,no en esencia. Así, para Schopenhauer, la existencia en sí de todos los fenómenos es algo absolutamente libre: es una Voluntad. Por eso resulta comprensible a Schopenhauer el que Kant, curiosamente,hable de la cosa en sí, que ha preterido constantemente, justo al ocuparse la tercera antinomia. De Kant dice, al final de su larga crítica al pensador de Konisberg, que el único coloso que, tanto en...