Metal Caliente es muy fuerte

Capítulo 4
EL FLECHADOR DEL CIELO
Citlalmina desde la lancha que la conducía, aviso desde la cercana ribera la musculosa fiugura de Moctezuma. El guerrero había permanecido toda la noche montandosu solitaria guardia, con el arco tenso y listo a lanzar flechas, la figura del arquero Azteca, apuntado su saeta a las últimas estrellas que brollaban en el firmamento, Moctezuma, Citlalmina y lasjóvenes que la acompañaban guardaron un respetuoso silencio. Condensando el pensamiento y los sentimientos de cuantos presenciaban la escena, Citlalmina exclamó: ¡Ilhuicamina!. Citlalmina profirieronvítores en favor de Moctezuma y llamaron con grandes voces a los ocupantes de las canoas más próximas.E guerrero abandonó su estática posición y comenzó a conectar una serie de medidas, Moctezuma fue quese procediese a conectar, la natural ventaja defensiva quedaba a Tenochtítlan el echo de estar rodeada de agua por los cuatro costados. Moctezuma ordenó que se diese comienzo a la construcción desólidas fortificaciones Moctezuma reunió poir la tarde varios de los jóvenes que consideraba más capacitados para el mando militar y tras exhortarlos a seguir adelante en la realización de las tareas queles encomendara, aconsejaron reiteradamenbte a Moctezuma que no fuese a Tenichtítlan, que se exponía a ser juzgado como instigador un movimiento de rebelión, Moctezuma abordó una canoa y se alejóremando en dirección a la ciudad. Tenochtítlan continuaba imperando la mas completa confusión. La segunda reunión del consejo del reino había tenido que celebrarse sin contar con la presencia deTozcuecuetzin. E sumo sacerdote Tenochca conbfirmó natravéz de un mensagero el criterio expuesto el día anterior: el consejo no poseía ya ninguna autoridad, se hallaba consentrada en Tlacaélel, cualquierresolución que adoptasen sus miembros carecía de validez. Tozcuecuetzin en las deliberaciones del consejo permitió a sus integrantes la posibilidad de lograr una rápida unanimidad en la adaptación...