Mirala
Así el viento ser llevaba lo más hermoso que había vivido, así me encontré durante cinco años tratando de olvidar los momentos de guardarlos ciegamente en lo mas profundo de la memoria e intentar no olvidar simplemente las promesas que perduraban, la amistad no puede concretarsedespués del amor. El amor de la amistad es muy diferente, pero nosotros lo intentábamos, Yo tenia que seguir mi vida lejos de el, pero los recuerdos retomaban vida en medio de la melancolía y la soledad envolvía mi ser, pero sabia que su corazón me pertenecía, y que dentro de todo nos queríamos y siempre importaría eso, después el primer año perdimos contacto, de pronto ya no me fijaba que hacia y habíaguardado los recuerdos de mi mente , bajo una llave quy de pronto se había perdido.
El cielo estaba oscuro esa noche y helaba los huesos, allí me encontraba en frente de la ventana leyendo tristes historias de amor, deseo y pasión. Y recordé a lo lejos lo poco que alguna vez me había importado, recordé los cinco años de incompleta felicidad que había tenido, felicidad se encontraba intactapero incompleta y comenzó a preguntarle a mi mente cuando seria que volvería a encontrarme así. Ahí conocí a Benjamín, perfecto en muchos sentidos, pero tenia ciertos aspectos en su persona que no iban con la mía, muchas veces se comportaba arrogante o egoísta en cuanto a otras personas. Chocábamos mucho pero la mayoría ed las veces ni nos enfadábamos, era muy buena persona y buen amigo. De prontome di cuenta que había pasado mucho tiempo y que nuestra relación ya era un poco rutinaria, en un principio su mente con la mía era una sola pero nuestros corazones siempre separados.
De pronto y de la nada, mí, el centro estaba vacio, yo acompañaba a benjamín a comprar un traje para la gran fiesta de compromiso de su hermana, una buena amiga mía.
El vestido me quedaba suelto de la cinturapara abajo, era de seda blanca y los zapatos de taco alto. Marcaba mi figura y proporcionaba un 0,0 % de grasa abdominal. El pelo recogido hacia atrás con ondas en las extremidades daban un aspecto de buena chica y combinaban con el blanco seda y el bordado de la chalina. Pero la fiesta comenzó a tornarse incomoda cuando al abrir la puerta entro de la mano de Isabela, Nicolás. Nuestras miradas...
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