Mockumentary

El mockumentary: un documental auténticamente falso.

Cuando se hace una revisión de los géneros cinematográficos más tradicionales, resulta frecuente que los documentales sean asociados con el registro de sucesos reales, así como que se indique que su discurso, la gran mayoría de veces, trate de generar conciencia, en la mente de sus espectadores, en torno a un tema determinado. Sin embargo,existen filmaciones que, pese a mantener y seguir aquellos formatos que caracterizan a todo documental, se basan por el contrario en situaciones ficticias, inventadas, y buscan más bien jugar con la credulidad de su auditorio. Asimismo, estas películas suelen tener a la sátira y a la parodia como núcleos desde los cuales se organizan sus argumentos. La denominación que recibe esta clase deproducciones es la de “mockumentary” (de los términos ingleses: mock: burla y documentary: documental). A continuación, esbozaremos una definición inicial de este subgénero a partir de la identificación y reconocimiento de los elementos constantes que hallemos en la comparación de dos de sus títulos más representativos: Zelig (1983) de Woody Allen, y This is Spinal Tap (1984) de Rob Reiner. Para ello,previamente, tendremos en cuenta a algunas de las exposiciones que, desde un punto de vista teórico, se han brindado acerca de la naturaleza del documental. La elección de estos dos títulos se sostiene en el hecho de que ambos, a primera vista, son representaciones muy disímiles de la realidad, pero, pese a ello, siguen siendo genuinos mockumentaries.

El documental: definiciones insuficientes.El documental es uno de esos géneros del cine que, a lo largo de la historia, debido a su facultad de referirse a casi cualquier tema vinculado con el ser humano, no ha logrado conseguir consensos estables y sólidos, tanto sobre su definición, como sobre sus objetivos estéticos y más que estéticos. Intentar delimitar al documental tan solo por su estilo de narración, por su proceso de produccióno por los intereses que subyacen en su realización, termina siendo algo vano. La diversidad que se presenta en cada uno de esos casos es lo que dificulta aquel empeño taxonómico. Inclusive, la separación entre lo ficcional y lo no ficcional, que pudo ser útil en un principio, ahora tampoco es la más acertada. Según señala la investigadora española Sira Hernández: “la temprana incorporación dedeterminados métodos de producción propios de la ficción e incluso de la reconstrucción de hechos mediante actores y decorados contribuyó desde el principio a empañar la diferencia entre este género cinematográfico [el documental] y las películas argumentales” (91). Para la autora, en todo caso, podrían mencionarse dos cualidades que permitirían reconocer al documental como un género específico: lavoluntad artística de sus autores y la inevitable representación e interpretación de la realidad.

Como podremos percatarnos, Hernández no pone énfasis en si hay o no una pretensión de objetividad por parte del autor de documentales. Ese también viene a ser un aspecto que, por la evolución del género, ha sido dejado de lado finalmente. Consideremos que detrás del lente, siempre, hay unindividuo. Su mirada, por más que trate de ser neutral o no tan empapada de una puntual ideología, es después de todo la mirada de un sujeto ceñido por sus experiencias vitales y su contexto. Sobre este punto hay que prestar atención a lo que indica Erik Barnouw:
los documentalistas hacen infinidad de elecciones; eligen el tema, las personas, las vistas, los ángulos, las lentes, las yuxtaposiciones, lossonidos, las palabras. Cada selección es la expresión de un punto de vista, consciente o inconsciente, reconocido o no reconocido. Todo grupo documental que pretende ser objetivo no hace más que afirmar una convicción de que sus opciones tienen una validez especial y merecen ser aceptadas y admiradas por todo el mundo. Aun detrás del primer paso de esta selección (que es la elección del tema)...