Monografia Proceso de antiperonismo

Introducción 
El antiperonismo, fue un fenómeno político y cultural complejo que excedió a las clases medias aunque las contuvo. El consenso antiperonista reinante en el espacio cultural, tanto de izquierda como de derecha, que había dado origen a la conformación de un frente opositor ideológicamente heterogéneo durante el gobierno de Perón, se fracturó tras su derrocamiento, particularmentecuando el gobierno de facto pasa a manos de los grupos más antiperonistas. En consecuencia, las distintas corrientes ideológicas unidas bajo ese antiperonismo tomarían diferentes posturas frente al hecho peronista.
El derrocamiento del peronismo en el año 1955 llevó a debate la cuestión sobre el significado de éste. Además de las consecuencias políticas propias que conllevaría la caída del gobiernoapoyado por un gran número de la población argentina, este acontecimiento produciría una reconfiguración en el campo intelectual argentino acarreando efectos culturales profundos. En septiembre de 1955 el golpe de Estado militar puso fin al régimen peronista y la Plaza de Mayo se llenó con una multitud compacta como la del 17 de octubre de 1945 pero conformada, esta vez, por la Argentinaantiperonista. La llamada Revolución Libertadora abrió un período en el que la categoría peronismo adquirió nuevos significados. En este proceso tres son los ejes significativos de la experiencia recorrida por los sectores más dinámicos de las clases medias. La politización, si bien previa al peronismo, amordazada durante el mismo, tiene un nuevo punto de partida con la Revolución Libertadora, una de cuyasmanifestaciones más visibles fue la recuperación de los espacios públicos por “esa otra multitud” antiperonista compuesta por estudiantes, profesionales, empleados, comerciantes, militantes políticos y sociales o vecinos comunes que “vivaron a la revolución y a la libertad”; se sumaron a las filas de los partidos políticos, militaron en la política universitaria, en los gremios, participaron ytomaron posición en los grandes debates, consumieron tanto la prensa de opinión como la político–partidaria, literatura política crítica y socialmente comprensiva. Así, se expresaron sobre los grandes temas del país, volvieron a protagonizar manifestaciones públicas donde además, se visibilizaba una nueva generación que se socializaba políticamente en un contexto de valores diferentes – con unasociedad que cambiaba sus parámetros (con menos prejuicios) a partir de una mayor apertura al mundo– y que puso en guardia a los sectores más tradicionales.







El triunfo antiperonista. 
El 12 de agosto, un radical acepto hacerse cargo del ministerio del interior. Se trata de J. Hortensio Quijano, dirigente correntino, sin mayor fuerza política; pero la designación parecía anunciar la paulatinatransferencia de algunos prometientes miembros de la UCR al gobierno. En las semanas siguientes, dos radicales más se agregaron al gabinete, pero la deserción de las filas del viejo partido no paso de esas figuras y algunas, menos notorias, que en el interior del país venían trabajando para convencer a sus correligionarios de que Perón era el caudillo que continuaba directamente la línea deIrigoyen. 
Hortensio Quijano en el gabinete era, algo más que una presencia. Abría, según sus promesas, de un proceso electoral con plazos fijos. El presidente Farrell empezaba a cumplir y a poner en marcha ese compromiso levantando el estado de sitio, que regía desde diciembre de 1941, época del presidente castillo. 
Los partidos políticos, que desde meses atrás estaban desperezándose de su largahibernación, comenzaron a ejercitar su adormecida capacidad de convocatoria. Para mayor mortificación del gobierno de facto, coincidió la medida con la rendición de Japón. La guerra había concluido en todo el mundo. Multitudes  se lanzaron a la calle vivando el triunfo de las democracias y exigiendo el retiro de los militares. Hubo choques entre los manifestantes, muertos y heridos. 
Braden, que había...