montea
TRATADO ELEMENTAL
DE
LOS
DE
CORTES
CANTERIA,
O ARTE DE LA MONTEA~
Obra en que se enseña á mantear, y labrar las B6vedas simples;
los Capialzados; las Trompas; los Arcos adintelados con junta~ áplomo; las Bóvedas de Claustro, por arista, esféricas, y
elípticas; los Lunetas; los Cañones circulares, e1ípticos y espirales 6 de caracol; las Pechinas; lasEscaleras de ojo, y toda
especie de Arcos.
Se dá tambien una idea del Arte de la Montea y su importancia ; de
su historia y progresos; y de las obras que han tratado de los Cortes
de las Piedras, con un extenso Diccionario de los términos propios
del Arte, y otros de Geometría y Arquitectura emple~dos en esta
Obra: se enseña el método que se ha de observar para trazar los
Arcos rebaxados con trescentros, y la elÍpse; para determinar el grueso
de los Estrivos de toda clase de Bóvedas; y por último para trazar
con la regla y el compas
, los Arcos
de once centros en dos supuestos
diferentes con los cálculos necesarios para probar la verdad de
estas operaciones.
ESCRITO EN FRANCES
POR Mr. SIMONIN PROFESOR DE MATEMATICAS.
DADO
Por Mr. Ddagardette
A LUZ
ArquitectQPensionado de S. M. Christianfsima.
y TRADUCIDO
AL ESPAÑOL
Por Don Fausto Martinez de la Torre~ y Don Josef Asensio Profesores de Arquitectura y Gra'Uado.
CON LICENCIA:
EN LA IMPRENTA
DE
EN MADRID:
LA VIUDA
DE
A:f:tO DE M. DCC. XCV.
JOSEF
GARCfA.
ADVER TENCIAS
DE
LOS TRADUCTORES.
Amado
Lector: la empresa de traducir á nuestro idioma el
libro que de loscinco órdenes de Arquitectura con un tratado de
sombras publicó en frances Mr. Delagardette, hablando con ingenuidad, nos infundió no pequeños temores antes de ponerla en
execucion, porque si bien deseabamos darle á luz, por creerle.
necesario, nos hacia desmayar en nuestro proyecto la considerarían del crecido número de sus láminas y del excesivo coste que
había de tener la Obra aun quandoprocurásemos evitar superjluidades haciéndola parecer en el público con una mediana Cltriosidad.
Ningun sensato extrañará estos temores si es que sabe ó ha
experimentado lo dispendiosas que son las Obras de esta naturaleza , y que quando tienen la circunstancia de ser facultati'vas
no pueden prometer á sus Autores el reíntegro de sus desembolsos sino en el discurso de Inuchos años.
Esta verdad estan constante y poderosa, que tal vez hubiera hecho desistir de la empresa á otros que se tomasen menos
intet'és en el beneficio de sus Conciudadanos ; pero al fin pudo
tllaS en nuestro afecto el deseo de servir al público que los temores de emplear nuestros cortos haberes con la incertidumbre
de su reíntegro.
Dimoslé con efecto á la prensa, y despues ha corrido y corre
con una aceptacion,que ha dexadQ pagados nuestros deseos; y
como el corresponder agradecidos es de pechos generosos" no podiamas menos de incurrir en la nota de ingratos, si al paso que dando
las debidas gracias al publico 'por un favor tan conocido, no sacrificáramos todos nues:ros desvelos y tareas en su utilidad y
y beneficio.
Con este objeto hemos vertido igualmente en español este
tratado de Cortes deCantería ó Arte de la 1l1ontea, pues aunque
el cierto que tenemos otras obras nacionales que tratan de la
materh~ ninguna que se acomode como esta á los conocimientos
,
*
que
que son de suponer en los principiantes,
y que con una explicacion breve y compendiosa haga perceptible y de lacil inteligencia quanto en el asunto necesita saber el que desea ser buen Arquitecto. Por este motivoy habiendo formado de ella en su .lectura el concepto de ser1Jtil., la dimos sin embargo d inspeccionar por Sugetos de la mayor sabiduría en el Arte para iJue especulizándolaconescrupulosidad
nos informasen del verdadero
rJJérito de la Obra por no exponernos á equivocacionllevados
de
pasion, Úotro fin que no fuese ordenado al bien pÚblico que deseamos,
.y
en .efecto ha merecido
su...
Regístrate para leer el documento completo.