Moral de la persona

MORAL DE LA PERSONA

Analizar el capítulo 1 “Entre dos inquisiciones” (pp 11-33)

A) ¿Qué dice? Breve resumen de la postura del autor.

Empieza hablando el autor del “odio teológico” que profesaba el ala más conservadora de los teólogos hacia Unamuno, convirtiendo de este modo la fe en ideología. También habla el autor del “odio anti-teológico” que le dedicaban al mismo personaje losanticlericales más beligerantes. Así la filosofía se ve atacada por ambos flancos cuando se sientan en una mesa teólogos y filósofos que coinciden en ser “confesionales” en el sentido partidista de la palabra.

El planteamiento entre bioética y religión se puede resumir en:
1) las religiones pueden sumarse al movimiento de diálogo interdisciplinar de la bioética, colaborando en la búsqueda comúnde valores.
2) La bioética puede sumarse al movimiento del diálogo interreligioso, colaborando a la transformación de paradigmas de pensamiento.

También deben evitarse desviaciones:

a) No caer en el paternalismo moral o en el fundamentalismo religioso.
b) No caer en el exclusivismo científico y el pragmatismo tecnológico.

Así podríamos decir que el reto de la bioética a lasreligiones consiste en que se tomen en serio las ciencias y las biotecnologías y revisar lo que dicen en lenguaje demasiado mítico. Las religiones pueden aportar, también, a la bioética una visión respecto al sentido de la vida y la esperanza. Donde deben destacar tanto su visión como sus valores.

Un ejemplo de buena integración sería sobre el tema de los transplantes. En los años cincuenta aún sedebatía si era o no justificable o no la donación de un órgano, pero se llegó no sólo a permitir, sino hasta a recomendar los transplantes. Ya existe un enfoque favorable en un documento papal en 1956. Se aprueba, siempre y cuando, se observe el debido respeto al cadáver y a los sentimientos de los familiares.

Hubo un cambio de de paradigma que supuso tratar los transplantes como donación, envez de hacerlo en términos de amputación, y se justificaba solamente por el llamado principio de totalidad, como proponía Bert Cunningham. La encíclica Evangelium Vitae (1995) se decanta a favor de los transplantes mientras se respeten los “criterios objetivos y adecuados que certifican la muerte del donante”; esto sin excluir algunas donaciones en vivo, según criterios moralmente aceptables.Un ejemplo de integración insuficiente lo ofrece por ejemplo el rechazo de recursos médicos exagerados o sobre la administración de analgésicos necesarios. La teología moral ha buscado una vía media entre el llamado “encarnizamiento u obstinación terapéutica” y la eutanasia. Han avanzado los avances médicos para alargar la vida y hay que responsabilizarse de poner límites para impedir agresionesde tales tecnologías.

Francisco de Vitoria escribía “Una cosa es acortar la vida y otra no prolongarla” También afirmaba que el enfermo que no estuviera en condición de sanar, aunque se le pudiera alargar la vida con una costosa medicina se le consideraría desahuciado. Un pensador más actual como es el caso de Diego Gracia escribe que: “La tarea más importante que la medicina española tienepor delante de sí en el intento por dignificar el manejo adecuado de los pacientes críticos y terminales es el respeto de sus valores y sus decisiones.”

Hay una corriente teológica que considera que la alimentación e hidratación es un tratamiento no desproporcionado y no proporcionárselo, no sería permitir sino provocar la muerte. Pero si en un punto en especial está de acuerdo la teologíacatólica es que un recurso es exagerado según la consideración de las causas en cada caso particular. Lo que parece claro es que la vida en estado vegetativo permanente no beneficia al paciente.

El último caso perteneciente a una integración deficiente es en cuanto a la sexualidad. En tiempos de Pablo VI todavía se confundía lo artificial con lo antinatural. Sin caer en la cuenta de que lo...