mujer y eclesiologia
Páginas: 8 (1858 palabras)
Publicado: 14 de septiembre de 2013
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE TEOLOGÍA
MISNISTERIOS ECLESIALES
Henry Manrique G.
LA FUNCIÓN MINISTERIAL DE LA MUJER DENTRO DE LA IGLESIA
Al igual que en otras situaciones, los primeros estímulos directos para el cambio de perspectiva en el problema de la eventual ordenación ministerial, diaconal y sacerdotal de la mujer han partido del mundo secular. El movimiento deemancipación femenina ha sido mucho más original y mucho más rápido en los ambientes secularizados occidentales que en el seno mismo de las iglesias cristianas. Estas últimas después de inspirar numerosos impulsos en la línea general de los derechos humanos, habían quedado ancladas en una mentalidad exageradamente estática y profundamente lastrada de un masculinismo a ultranza.
A pesar de todohay que valorar que la imagen de la mujer ha venido cambiando radicalmente en los últimos tiempos. Los prototipos a que aspiran y con los que se identifican las mujeres jóvenes de los llamados primer y segundo mundo e incluso notables sectores del tercer mundo, son en muchos aspectos, distintos a los de generaciones anteriores. Los factores del cambio son numerosos y surgen de la evoluciónsocial, cultural y económica, religiosa y política del mundo contemporáneo. Al reaccionar a favor o en contra de ellos, la mujer adopta hoy posturas nuevas, a veces contrarias a la de la mujer tradicional.
La iglesia no puede se ajena a este cambio de mentalidad. A lo largo de la preparación de la magna asamblea ecuménica del Concilio Vaticano II se fue haciendo patente la necesidad de lacolaboración seglar. El Papa Juan XXIII daría su aprobación para que en el estudio de algunos documentos, como el original esquema 17, donde se iban a tratar las relaciones de la iglesia con le mundo contemporáneo, se invitase a algunas personalidades seglares, que ofrecieran un punto de vista más amplio y, en ocasiones, más realista. De este modo se autorizaba aquellas invitación, donde por vez primeraen la historia de la iglesia contemporánea formaba parte una mujer.
En la segunda etapa conciliar, se llevaría a discusión un tema eminentemente femenino: el esquema sobre la Virgen María, este tema se centró en le documento doctrinal más importante del concilio: la constitución dogmática Lumen gentium.
Por lo pronto, el signo de los tiempos preconizado por Juan XXIII y recogido por PabloVI cristalizaba inicialmente, tanto en la constitución pastoral sobre La iglesia en el mundo de hoy, como en el decreto sobre la actividad apostólica de los seglares. Ambos documentos se aprobaron, tras largas peripecias, en la última etapa conciliar, el 18 de noviembre y el 7 de diciembre de 1965, respectivamente.
La constitución Gaudium et spes dedica su atención al tema, afirmando lanecesidad de atender a las insistentes reivindicaciones de la mujer: “Allí donde reclaman, sin haberlo conseguido realmente, una paridad de hecho y de derecho con el varón” .
Todavía más enérgicamente se subraya en otro lugar del documento la necesidad de superar a toda costa, por ser contraria a los designios de Dios: “Cualquier forma de discriminación , que afecte a los derechos fundamentales dela persona humana y este enraizado en la diferencias de sexo” .
Por su parte, el Decreto sobre el apostolado seglar, explicitaba la función femenina en la iglesia de la siguiente manera: “Del mismo modo que en nuestra época las mujeres participan cada vez más activamente en la vida de la sociedad, es también muy importante su participación en los diversos sectores de la Iglesia” .
ElDecreto sobre la excelencia del orden de los presbíteros, que sigue reservando el sacerdocio a los varones sin el menor planteamiento nuevo, como también las Constitución dogmática sobre la iglesia, done al restablecer el diaconado como grado propio o permanente de la jerarquía eclesiástica, no se hace la menor alusión a una restauración del diaconado femenino, existente en los primeros siglos del...
FACULTAD DE TEOLOGÍA
MISNISTERIOS ECLESIALES
Henry Manrique G.
LA FUNCIÓN MINISTERIAL DE LA MUJER DENTRO DE LA IGLESIA
Al igual que en otras situaciones, los primeros estímulos directos para el cambio de perspectiva en el problema de la eventual ordenación ministerial, diaconal y sacerdotal de la mujer han partido del mundo secular. El movimiento deemancipación femenina ha sido mucho más original y mucho más rápido en los ambientes secularizados occidentales que en el seno mismo de las iglesias cristianas. Estas últimas después de inspirar numerosos impulsos en la línea general de los derechos humanos, habían quedado ancladas en una mentalidad exageradamente estática y profundamente lastrada de un masculinismo a ultranza.
A pesar de todohay que valorar que la imagen de la mujer ha venido cambiando radicalmente en los últimos tiempos. Los prototipos a que aspiran y con los que se identifican las mujeres jóvenes de los llamados primer y segundo mundo e incluso notables sectores del tercer mundo, son en muchos aspectos, distintos a los de generaciones anteriores. Los factores del cambio son numerosos y surgen de la evoluciónsocial, cultural y económica, religiosa y política del mundo contemporáneo. Al reaccionar a favor o en contra de ellos, la mujer adopta hoy posturas nuevas, a veces contrarias a la de la mujer tradicional.
La iglesia no puede se ajena a este cambio de mentalidad. A lo largo de la preparación de la magna asamblea ecuménica del Concilio Vaticano II se fue haciendo patente la necesidad de lacolaboración seglar. El Papa Juan XXIII daría su aprobación para que en el estudio de algunos documentos, como el original esquema 17, donde se iban a tratar las relaciones de la iglesia con le mundo contemporáneo, se invitase a algunas personalidades seglares, que ofrecieran un punto de vista más amplio y, en ocasiones, más realista. De este modo se autorizaba aquellas invitación, donde por vez primeraen la historia de la iglesia contemporánea formaba parte una mujer.
En la segunda etapa conciliar, se llevaría a discusión un tema eminentemente femenino: el esquema sobre la Virgen María, este tema se centró en le documento doctrinal más importante del concilio: la constitución dogmática Lumen gentium.
Por lo pronto, el signo de los tiempos preconizado por Juan XXIII y recogido por PabloVI cristalizaba inicialmente, tanto en la constitución pastoral sobre La iglesia en el mundo de hoy, como en el decreto sobre la actividad apostólica de los seglares. Ambos documentos se aprobaron, tras largas peripecias, en la última etapa conciliar, el 18 de noviembre y el 7 de diciembre de 1965, respectivamente.
La constitución Gaudium et spes dedica su atención al tema, afirmando lanecesidad de atender a las insistentes reivindicaciones de la mujer: “Allí donde reclaman, sin haberlo conseguido realmente, una paridad de hecho y de derecho con el varón” .
Todavía más enérgicamente se subraya en otro lugar del documento la necesidad de superar a toda costa, por ser contraria a los designios de Dios: “Cualquier forma de discriminación , que afecte a los derechos fundamentales dela persona humana y este enraizado en la diferencias de sexo” .
Por su parte, el Decreto sobre el apostolado seglar, explicitaba la función femenina en la iglesia de la siguiente manera: “Del mismo modo que en nuestra época las mujeres participan cada vez más activamente en la vida de la sociedad, es también muy importante su participación en los diversos sectores de la Iglesia” .
ElDecreto sobre la excelencia del orden de los presbíteros, que sigue reservando el sacerdocio a los varones sin el menor planteamiento nuevo, como también las Constitución dogmática sobre la iglesia, done al restablecer el diaconado como grado propio o permanente de la jerarquía eclesiástica, no se hace la menor alusión a una restauración del diaconado femenino, existente en los primeros siglos del...
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