Nanananana
La Baja Edad Media y sobre todo el siglo XIV, cuando habían
transcurridos muchos años de esta prolongada etapa histórica, se vio
sacudida por terribles epidemias generadoras, a su vez, de interpretaciones que oscilaron entre la venganza y el misticismo.
La Edad Media –curiosamente– comienza y termina con epidemias de peste
1
.
La epidemia inicial provino deOriente y atacó Constantinopla
cuando el emperador Justiniano ocupaba el trono. En el año 542,
unos viajeros llegaron a Bizancio con la noticia de que una enfermedad asolaba el Bajo Egipto. La enfermedad, lentamente, como conociendo sus fuerzas y todas sus posibilidades de dañar, siguió por la
costa, donde el tráfico era mayor, y se extendió hasta llegar a la capital, en el año 543, dondeen un solo día murieron diez mil personas.
Justiniano, que peleaba contra los bárbaros emigrados de Italia,
los obligó a retroceder y, con ellos, la epidemia se corrió al oeste europeo. Después de permanecer durante 15 años en los confines del
Imperio Bizantino, la plaga regresó a su punto de partida: el Bajo
Egipto, y nuevamente se detuvo en Constantinopla. Sus efectos
fueron aúnpeores: los cadáveres eran tantos que no había forma de
enterrarlos, por lo que finalmente se decidió colocarlos en el interior
de los torreones de las murallas que defendían la ciudad. Luego de
rellenarlos con miles y miles de cuerpos, sellaron sus techos.
Gibbon en su Historia de la decadencia y caída del Imperio Romano expresa que “no existen datos que puedan darnos cifras, o nospermitan siquiera conjeturar cuántos fueron los que perecieron víctimas de tan horrible mortalidad. Todo lo que he podido averiguar es
que en Constantinopla, durante tres meses murieron diariamente, de
cinco a diez mil personas; que muchas ciudades del Este fueron completamente abandonadas y que, en varias regiones de Italia, no hubo
ni cosecha ni vendimia”
2
.
1
H. Sigerist:Civilización y enfermedad. México, Fondo de Cultura Económica, 1946.
2
The decline and fall of the Roman Empire. New York, Washington Square
Press, 1962.4
Durante cincuenta y dos años esta pestilencia siguió haciendo estragos, en zonas más o menos circunscriptas, pero que, según un cronista de la época, llegó “hasta los confines del mundo habitado”.
A causa de la peste del imperiode los ostrogodos quedó destruido
y los lombardos se adueñaron del poder. Surgió el Estado Pontificio,
Gregorio I Magno fue elegido papa en el año 590, y los cenobios benedictinos se extendieron por toda Europa. Justiniano fue el último
de los emperadores romanos ya que después de la epidemia el Imperio Romano de Oriente de desplomó. Sus sucesores fueron bizantinos
y el griegoreemplazó al latín como idioma oficial. Más al oriente, en
el año 570, nacía Mahoma en La Meca.
El siglo VI constituye un hito, un momento culminante en la
historia del mundo que rodea al mar Mediterráneo, y es la peste de
Justiniano que traza el límite entre dos épocas. Una antigua civilización se ha extinguido. La peste fue el tiro de gracia que derrumbó
a su cuerpo tambaleante,acertando exactamente en su máquina
administrativa, su parte más enferma. De sus mismos restos comenzó a surgir una nueva civilización.
Después de esa epidemia el medievo estuvo libre de ellas durante muchos siglos, a pesar de los frecuentes brotes que ocurrían en el
cercano Oriente, de las pésimas condiciones sanitarias, de la procreación explosiva de los roedores que habitaban en las ciudades ydel
comercio entre Occidente y Oriente que intensificaron las cruzadas.
Las pestes –incluso aquellas que luego se consideraron hipoté-
ticas– solo castigaban territorios limitados: Brescia, en el año 709;
Calabria y Sicilia, en el año 745; Pavía, en el año 774; Milán, en el
año 964, y Venecia, en el año 989. Se desconoce la etiología de los
males que diezmaron a los ejércitos...
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