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En los principios del siglo XXI varios acontecimientos de trascendencia histórica han transformado el paisaje social de la vida humana. Una revolución científica, centrada en torno a lastecnologías de la información, está modificando la base material de la sociedad a un ritmo acelerado. Las economías de todo el mundo se han hecho interdependientes a escala global, introduciendo unanueva forma de relación entre economía, estado y sociedad.
El derrumbamiento de las ideologías que prevalecieron durante el S. XX ha minado el reto histórico de capitalismo, alteró la geopolíticaglobal y ha abierto nuevos conflictos centrados en las reservas de petróleo. Dentro de este panorama, la incapacitad de muchos países para dominar la revolución de la tecnología de la información,aunado a sus ya viejos problemas económicos, está ahogando su capacidad productiva y su estabilidad social.







Como consecuencia de este reacomodo general del sistema económico, hemospresenciado la integración global de los mercados financieros, el ascenso del Pacífico asiático como el nuevo centro industrial global dominante; la ardua pero inexorable unificación económica de Europa; elsurgimiento de una economía regional norteamericana, la desintegración del antiguo Tercer Mundo; y la incorporación de las economías de todo el mundo a un sistema interdependiente que funciona como unaunidad en tiempo real. Debido a todas estas tendencias, también ha habido una acentuación del desarrollo desigual, esta vez no sólo entre Norte y Sur, sino entre todos los segmentos y territoriosdinámicos de las sociedades.
La liberación de las formidables fuerzas productivas de la economía informal y la consolidación de los agujeros negros de miseria humana en la economía global.
De formasimultánea, las actividades delictivas y las organizaciones mafiosas del mundo también se han hecho globales, proporcionando los medios para la estimulación de la hiperactividad mental y el deseo de lo...