Nuestro sistema inmune
La palabra “inmunidad” significa, entre otras cosas, protección. Una característica fundamental de nuestro sistema inmune es su capacidadpara distinguir lo propio de lo extraño.
los invasores
Cuando nuestro sistema inmune detecta la presencia de bacterias, virus o parásitos se activa e incrementa el número de células capaces deprotegernos contra ellos.
Los linfocitos B de nuestra sangre se encargan de producir anticuerpos, que son proteínas solubles que al unirse a una determinada molécula del invasor, a la que se denominaantígeno, facilitan su eliminación.
La respuesta inmune es dirigida por los linfocitos T, estructuras antigénicas mediante una proteína presente en su membrana celular, llamada receptor de antígeno o TcR.La especificidad del TcR y de los anticuerpos la confiere una región en su estructura que es un “molde” que se ajusta exactamente a un cierto antígeno, como una cerradura a su llave. Si consideramosque un ser humano posee miles de millones de linfocitos T y B, cada uno con un TcR distinto o con un tipo particular de anticuerpos, es evidente que el sistema inmune cuenta con un repertorio muy ampliode células específicas para diferentes antígenos.
Horror autotoxicus
El inmunólogo alemán Paul Ehrlich se preguntó si el sistema inmune reacciona únicamente en contra de estructuras ajenas alorganismo.
En sus investigaciones no encontró evidencia de la existencia de anticuerpos que reaccionaran con estructuras propias (autoanticuerpos), por lo que propuso el concepto de Horror autotoxicus,que establecía que el sistema inmune carecía de la capacidad de reaccionar ante “antígenos” propios o autoantígenos.
Pero Landsteiner demostró que la hemoglobinuria paroxística nocturna, se...
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