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Ley de servicios financieros

El 21 de agosto se promulgó la Ley 393 de Servicios Financieros. Es una ley ampulosa y voluminosa –con 551 artículos– propiadel estilo de los Gobiernos de tipo socialista a los que les gusta tener normas legales excesivamente detallistas. Hay que considerar que no puede compararse con una ley de bancos tradicional, ya queesta cubre todos los servicios financieros, incluyendo aquellos de propiedad del Estado o con participación mayoritaria del mismo. El espacio de este artículo no permite analizar la ley en suconjunto, por lo que me permito señalar algunas inclusiones novedosas.
Incorpora un cambio importante en materia de remates de bienes inmuebles en los créditos impagos, estableciendo que la base del rematejudicial será sobre el valor comercial del inmueble y no, como hasta ahora, sobre el valor catastral, sumamente inferior al comercial, lo que resultaba injusto para el deudor, y, en muchos casos,otorgaba pingües negocios para los adjudicatarios. Además, en otro acto de justicia para el deudor, si el producto del remate no cubre todo el crédito impago, el saldo insoluto será absorbido por laentidad financiera. Antes, el deudor, además de perder su inmueble, seguía como deudor de saldos no cubiertos por el remate.
Una persona que incurría en mora con el sistema financiero ingresaba a lacentral de riesgos de la ASFI y quedaba interdicta para poder operar con las instituciones crediticias, al igual que sus garantes; y mientras no se pagaba la deuda seguían en esa lista ignominiosa deinterdicción. La Ley 393 incluye el denominado derecho al olvido, mediante el cual, una vez transcurridos 20 años (era más justo 10) del castigo de la operación bancaria, el deudor o sus garantes puedensolicitar la eliminación de sus nombres de esa central de riesgos y habilitarse para ser nuevamente sujetos de crédito.
No hay leyes malas ni buenas, es la aplicación y ejecución de las mismas lo que...