Obra

¿Por qué no había sido tan sencillo? Si hubiera sabido desde el principio que aquella iba a ser la respuesta...

Lo recordaba a la perfección, no había sido hace más de uno o dos años, estaba volando cuando fue estrictamente prohibido a causa de una tormenta amenazadora, pero aun así, ella quiso aventurarse a explorar todo el lugar y todo lo que pudiera, sin más de su especie alrededor niagobiante trabajo para hacer, pero tal cual dijeron… Todo comenzó con una simple llovizna, sus alas comenzaban a humedecer conforme las gotas chocaban contra sus alas hasta que ya no pudieron más y simplemente comenzó a caer. Del susto, perdió la consciencia, y al volverse todo negro no pudo escuchar más que la lluvia incrementar.
Al despertar, se encontraba en un lugar demasiado extraño, parecía unade esas pequeñas casitas donde solía vivir, solo que… ¡Muy diferente en realidad, hablando de proporciones, colores y texturas! Todo era miles de miles de veces más grandes que ella, sin embargo, extrañamente se encontraba recostada en una pequeña cajita llena de mullido algodón que daba una similitud importante a lo que le servía normalmente para dormir.
Miraba por todos lados pero ningúnrastro del bosque, en cambio, se encontraba con muchas “hojas pintadas” que simulaban el bosque, pero al acercarse simplemente era una “caja extraña” que terminaba confundiéndola.
Al cabo de un tiempo revoloteando y hablando para sí misma, un joven entró con una amplia sonrisa dibujada en el rostro.
-Buenos días, pequeña-Le saludó, ella de inmediato se sintió extraña. Sus manos estaban heladas ysentía un extraño calor en el rostro, estaba prácticamente flotando sin hacer nada. Él solo rió por ello y le ofreció algunas pequeñas moras y frambuesas que traía para ella, la cual aceptó sin dudarlo. Mientras ella comía, él le explicaba lo sucedido desde su punto de vista, claramente, mientras ella escuchaba atenta a cada una de sus palabras.
-Ahora tú debes decirme que es lo que hacías ahí en elbosque-Pidió, con cierto tono de regaño que le provocaba a la pobre encogerse de hombros, pero aun así rió con gusto al momento que asentía.
Aunque, cuando quiso decir palabra alguna, para los oídos del muchacho no era más que simples, pequeños y dulces tintineos sin significado alguno, y fue entonces que su sonrisa se desapareció de a poco del rostro.
-Lo siento, pequeña… Pero no puedoentenderte-Le dijo, algo entristecido, al igual que ella al escucharlo. Todo se sentía en una pequeña tensión, abrumadora, pensando que… Todo había sido simple casualidad y no más que eso.
Pero en la pequeña hadita, en la que solo cabía un sentimiento a la vez y mientras más fuerte fuera este más perduraba y más efectos tenía en ella, había empezado a sufrir los efectos del amor. Cada noche pensaba enirse sin dejar rastro, pero el cansancio y la dolorosa idea de estar lejos de él de alguna manera la aprisionaban en esa cama hecha especialmente para ella.
Cada día era una nueva historia con aquella persona que amaba, siempre estaba a su lado en todo que podía, escuchaba, observaba, reía. Intentaba cuidarlo aunque ella fuera más bien a quien cuidaban.
Y como cada dos meses, cuando comenzaba elcambio de estación, cada hada volvía al tamaño del que sería si fuese una persona promedio para terminar con sus preparativos para la nueva temporada; pero ella, que estaba en esa habitación, solamente se quedaba sentada contra un escritorio, con sus largos cabellos castaños obscuros y claros recayendo apenas por sus hombros y enmarcando su rostro, observaba algo cabizbaja a su amado mientras estedormía. No se atrevía a hacer nada más, sentía pena, vergüenza e inseguridad por sí misma. Aun en un tamaño más proporcionado, se depreciaba al verse en un espejo cercano, llorando al contemplar lo que veía. Nunca, hasta esos últimos meses ahí, se había sentido como se sentía en esos momentos.
Había visto a otras personas, mujeres, tan bellas cerca de él que no podía consigo misma, no siendo...