Obra
El, sentado en el sofá, mira fijamente al vacío. Ella llega y lo nota.
Ella (desconcertada) – ¿A qué miras así?
El – Pues… estoy mirando la tele.
Ella – ¡Pero si ya notenemos!
El – Si, ya lo sé, pero… es como si me hubieran amputado las piernas y siguiera sintiendo un hormigueo en los pies….
Ella se siente a su lado.
Ella – Es raro, he recibido hoy unallamada para ti en el móvil…
El – ¡Ah sí, perdón!, se me había olvidado avisarte. Dejé el número de tu móvil en mi contestador automático, para que puedan contactarme durante las vacaciones…Ella – ¿Las vacaciones? ¡Pero si nos marchamos sólo la semana que viene!
El – Pues… así tendrán el número.
Ella (consternada) – ¿El número de mi móvil? ¿Y mientras tanto, durante toda lasemana, recibiré llamadas para ti…?
El – ¿Y qué…? Les dices que me vuelvan a llamar…
Ella – ¿No crees que sería más simple que te compres uno?
El – ¿Un móvil? ¡Vaya…! Cuando salgo de casa espara estar tranquilo. No quiero que me acosen…
Ella – ¡Claro! Si soy yo la que recibe tus llamadas profesionales… Estaba en medio de una reunión pedagógica cuando me llamaron para saber de tuartículo : ¿Prohibir o no el tanga en el colegio? ¿Crees que no me molesta a mí?
El – ¿No desconectas el móvil cuando tienes una reunión?
Ella (irónicamente) – Pues lo siento, se me había olvidado…¡Vamos! Un móvil es algo muy personal. No se puede prestar. Incluso entre marido y mujer. No sé… ¡Es como un cepillo de dientes!
El – ¿Un cepillo de dientes? Pues… si quieres utilizar mi cepillo dedientes durante las vacaciones, no hay ningún problema…
Ella – ¡Un ordenador, si prefieres! ¿Me dejarías utilizar tu ordenador si yo no tuviera?
El prefiere no contestar.
Ella – ¿Ydespués de la vacaciones?
El hace que no entiende la pregunta.
Ella – ¿Seguiré recibiendo llamadas para ti? Suerte que no tengas nada que esconder…
El – Después de la vacaciones les diré que...
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