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Schelling y la filosofía de la naturaleza
Hugo Ochoa
Toda filosofía se define por el problema que intenta resolver, pero ese problema no se agota en su formulación, ya que esta misma está sostenida en supuestos que configuran un carácter y una época. "El tipo de filosofía que uno escoge depende de la clase de persona que uno es; pues un sistema filosófico no es un utensilio muerto que puedadejarse o tomarse según se nos antoje, sino que se haya animado por el alma de la persona que lo tiene"1. En este trabajo intentaremos mostrar ese espíritu que anima el epicentro del idealismo alemán –Schelling– en tanto constituye un intento de superar un idealismo afincado en el sujeto que se comprende a sí mismo desde un saber trascendental que rige tanto el conocer como el obrar. Esta superaciónva a significar, como veremos, reafirmar la primacía de la acción por sobre el ámbito cognitivo, que ya Kant sostenía, por cuanto el propósito de la Crítica de la razón práctica es asegurar la libertad humana, antes que establecer una estructura normativa, porque, siguiendo el mismo método kantiano, la libertad es condición de posibilidad de toda moralidad. En este sentido, se debe tener presentea este respecto que Schelling intenta realizar esta superación sin perder el horizonte de la libertad, cuya defensa y afirmación es el sentido originario de este idealismo. Así, pues, la filosofía de la naturaleza, en tanto proyecto nuclear de Schelling, consistirá en el esfuerzo de conciliar libertad y necesidad; libertad en el ámbito de lo humano, necesidad en el ámbito de la naturaleza. PeroSchelling intenta una conciliación real, es decir, a partir de una identidad originaria. Estos dos ejes parecían inconciliables, al punto que cada uno de estos dos polos definirían, según Fichte, las dos únicas filosofías posibles: dogmatismo e idealismo. Desde esta perspectiva, dado que el ser racional finito no dispone sino de la experiencia, y en ésta se hayan indisolublemente unidas la cosa yla inteligencia, el dogmatismo consistiría en hacer abstracción de la inteligencia y, al hacerlo, queda como fundamento explicativo de la experiencia la cosa en sí: necesidad; el idealismo, en cambio, al hacer abstracción de la cosa, queda, como fundamento explicativo de la experiencia, una inteligencia en sí, es decir, abstraída de su relación a esta experiencia2: libertad. Así, pues, si elfundamento de la experiencia fuera la cosa, la libertad quedaría en entredicho, en la medida que el sujeto es explicado por el objeto. No obstante, tanto en opinión de Fichte3 como de Schelling4, la filosofía debe ser obra de la libertad. Pero antes de entrar en Schelling, es necesario recorrer brevemente el itinerario de esta “abstracción” de la cosa en sí que habría sido característica de lamodernidad.
1.- Antecedentes
Desde Descartes la filosofía no había hecho otra cosa que buscar un sujeto siempre evanescente. Aparentemente el cogito substancializado como “res cogitans” constituiría el sujeto (hypokeimenon) último que funge de principio primero y así afianza una totalidad construida sobre ese cimiento. Se puede ver, pues, que esta concepción del principio, que inaugura Descartes, essolidaria de la comprensión de la filosofía como sistema; pero es necesario entender éste como una estructura estríctamente lógica, esto es, toda la verdad del sistema descansa completo y absolutamente en el principio que lo funda y sostiene, porque éste comunica la verdad a lo que de él se deduce según un procedimiento metódico que, de alguna manera, se identifica con la razón misma. De allí que elafán de certezas se convierta necesariamente en la búsqueda de un principio indudable, y el descubrimiento de Descartes es que esta misma exigencia da de lleno con el principio, esto es, la duda no puede dudar de sí misma, y la duda es ya cogito5. Como sostiene Schelling, “si para la filosofía trascendental lo subjetivo es lo primero y el único fundamento de toda realidad, único principio de...