Otro Dia En Soledad

Otro día en soledad, otra noche sin dormir, otra tarde en mi habitación. ¿Que mas necesito? Al final lo único que pude aprender es que el mundo puede llegar a ser el lugar más horrible y cruel que pueda existir.
Muchos hablan de lo magnifica que es la libertad, de lo mucho que tienen que luchar por conseguirla, y si, tienen razón. Yo, yo, yo más que nadie supe lo que es sufrir la opresión y amara quien se supone debe ser tu enemigo, yo sufrí la distancia en una celda, el dolor de una llaga sin sanar, las lagrimas al ver que amar en mi mundo, en este mundo no era más que un privilegio que pocos tenían con gran libertad.
Desde mi habitación se veía la calle a oscuras, como siempre. Eso me dio un poco de seguridad, pero algo me decía que no todas las cosas estaban como debían. Tenía queasegurarme de ello. Me levanté de mi cama, me puse las sandalias, tome mi bata lentamente y me la puse. Contuve el aliento mientras caminaba silenciosamente por el pasillo, llegue hasta la puerta principal, lentamente la abrí procurando hacer poco ruido, pero el alma se me fue del cuerpo cuando descubrí que habían unos hombres encapuchados con armas, corrían sin cesar, minutos después empezaron aescucharse disparos, gritos, inmediatamente cerré la puerta, pero la intriga de saber que pasaba me dirigió hacia la ventana, logre ver que detrás de los encapuchados corrían unos soldados disparándoles, inmediatamente subí a mi cuarto me metí en la cama, me tapé la cabeza con la sabana esperando que todo fuera una pesadilla.
Todo se resumía en un ruido ensordecedor, disparos, mamá gritaba sincontrol, papá nos pedía que nos tiráramos al suelo y gritaba que todo era culpa de los guerrilleros. Pensé durante unos instantes si valía la pena acercarme hasta una ventana, pero llegué a la conclusión de que hacer eso sería una locura.
Entonces alguien golpeó la puerta. Mi corazón comenzó a latir con fuerza. Alguien habló pero la ráfaga de disparos no me dejó escuchar nada. El sudor frío queme recorría por el cuello y las manos, desapareció en gotas cristalinas, que golpeando el suelo, dejando una mancha de humedad.
Mire la puerta y controle mi miedo, mire a papá, con su mirada entendí que no tenía su aprobación para abrir la puerta pero sin darle importancia a ello me incorpore, baje las escaleras, en un instante quede inmóvil frente a la puerta, un segundo después volvieron atocar, papá solo gritaba con esa forma tan peculiar de dar órdenes, me decía –Isabela no abras la puerta.
Pero sus palabras fueron un impulso así que me dirigí a la puerta sin pensarlo dos veces, tome en mis manos llenas de sudor la manija, con brusquedad la hale y para mi sorpresa lo que estaba frente a mis ojos jamás lo había esperado, instantáneamente me remonte al momento en el que papa meordenaba no abrir la puerta, mi cuerpo empezó a temblar fuertemente, empecé a sentir como las gotas de sudor frías recorrían mi cuerpo, pero el silencio se rompió cuando un hombre de estatura mediana, con su rostro cubierto, con unas botas de caucho y una grave herida en su abdomen me imploraba auxilio, sin pensarlo lo tome del brazo y lo ayude a entrar a la caza, cerré la puerta y el gran golpe hizoque papá bajara las escaleras, al ver que lo que había golpeado la puerta había sido yo y un hombre al cual él en sus ínfulas de señor llamaba guerrillero.
Alce mi mirada hacia la de papá vi en sus ojos enojo, sin decirle nada me dirigí con el hombre encapuchado hacia el cuarto de huéspedes, lentamente lo recosté sobre la cama le quite la camisa, me dirigí al baño tome unas vendas y le limpie laherida y la cubrí. El se quedo mirándome fijamente a los ojos, en ellos había pureza, en ese momento no existió nadie mas solo él y yo, pero pronto recordé que él era mi supuesto enemigo, baje la mirada mi voz se torno algo nerviosa, le dije - ¿cuál es su nombre?
-¿mi nombre?
- sí, su nombre eso le pregunte.
- mi nombre, mi nombre…
- ¿no sabe cuál es su nombre?, le exijo que me lo diga.
-...