Placeta De San Marcos

“Placeta de San Marcos”, El coleccionista, 1979; María Victoria Atencia (Málaga, 1931)
Javier Peñas Navarro
Institut Pons d’Icart de Tarragona
Localización
La vida, formación y obra de M. V. Atencia se fueron forjando en su ciudad natal con los estudios
musicales, la actividad pictórica, la afición a las técnicas de impresión y de grabado, el instinto viajero,
la lectura continua, latraducción, además de por el sustrato de una sólida educación religiosa.
Aunque adscrita por edad a la Generación del 50, Atencia no se ha sentido poeta de grupo; escribió en
solitario, lo que tampoco obstó para tener contactos literarios con integrantes de la revista malagueña
Caracola y con otros poetas reconocidos como V. Aleixandre o emergentes en los años 70 como G.
Carnero.
Madre de cuatrohijos, publicó su primer libro, Arte y parte, en 1961. Apasionada por el vuelo, en 1971
obtuvo el título de piloto de aviación. El que su profesor de aviación se estrellara y una sentida
necesidad de convivencia familiar resultaron decisivos para la vuelta, tras quince años, a la labor poética
que cristalizó en el libro Marta & María (1976), de igual modo que la muerte de sus padres en un cortoespacio de tiempo fue determinante para decidir dejar de volar.
La obra de Atencia ha sido traducida a numerosos idiomas y reconocida con premios de prestigio como
el Nacional de la Crítica por el libro Las contemplaciones (1997) o el Internacional “Federico García
Lorca” en 2010 a toda su trayectoria.
El libro
El joven protagonista de la novela “El colecccionista” (The collector, J. Fowles,1963) se dedica a cazar
mariposas y disecarlas; un día secuestra a una joven estudiante de arte a la que mantiene encerrada en el
sótano de su casa, viva pero sin libertad, como una mariposa más. El guión se repite en la película
homónima (W. Wyler, 1965). Diríase que MVA, que en El coleccionista recoge instantes y
contemplaciones de lugares visitados –los poemas se agrupan en series que setitulan Capillas Mediceas,
Champs Élysées, Homenaje a Turner, En el joyero Tiffany’s…–, se debate en la esforzada tensión de
que sus poemas no se queden disecados. Su tentativa es de creación intemporal a sabiendas de que la
belleza tan solo se intuye; cada poema es una ventana abierta a más misterio, nunca es la plenitud de la
belleza atrapada para objeto de colección. Es claro el componentecultural que rezuman estos versos; por
ello y por la fecha de publicación (1979), el libro participa de algún modo en la tendencia culturalista
que se da en la poesía española desde finales de la década de los 60 y en la del 70, cuando los llamados
“poetas novísimos”1 poblaron sus páginas de referencias del cine, la pintura, la arquitectura, el cómic,
los viajes… Si bien esto es cierto en parte,creemos que MVA siente la necesidad del vuelo cultural no
tanto por influjo de la corriente novísima como por lo que tiene de semejanza con el vuelo que debe
estar en el poema: siempre presente el salto al vacío, el no saber qué va a venir, el conocimiento sobre el
filo del vértigo2 y el misterio que queda tras cada nuevo instante contemplado y plasmado en el papel
después de una meditaciónturbada. Ni ella ni sus poemas serían lo mismo sin Praga, Florencia, París,
Granada, Amsterdam, Miami, Estocolmo, Varsovia…, sin Venecia.
El coleccionista se dedica a preservar, a rescatar la belleza frente al paso del tiempo. El alivio de la
fugacidad de la vida se halla en la contemplación del arte, que supone la realidad inmune a la carrera de
lo fugitivo. La poeta se libera del tiempoentregándose al espacio, del mismo modo que ocupan un
espacio las obras artísticas en las cuales se detiene su mirada3. El poemario trata también de la lucha por
la vida perenne de cada composición. Se trata, pues, de un libro al que se llega tras un silencio largo sin
publicar pero de gran maduración como persona que contempla4. Así se entiende la afirmación de MVA
de que “el poema comienza...