planteamientos para el dialogo

Propuestas para un diálogo sobre Dios

¿En qué consiste el diálogo sobre Dios? En la constitución Gaudium et spes (n.21) el concilio Vaticano II invitaba a “un prudente y sincero diálogo” entre los hombres creyentes y no creyentes en vistas a la edificación de este mundo que tanto unos como otros habitan. A pesar de las cautelas que el mismo texto conciliar manifestaba, la invitación aldiálogo formaba parte del optimismo característico de los años 60 sobre la posibilidad de un encuentro fecundo entre una teología renovada y el ateísmo. La institución, por Pablo VI, del Secretariado para el diálogo con los no creyentes (1965) ---que pronto comenzó a publicar la revista Ateísmo y diálogo1- era una confirmación de las esperanzas que se ponían en esa actividad. En todo caso, lasreferencias al diálogo sobre Dios se circunscribían directamente a los cristianos y a los ateos.
Pero el diálogo cristianismo-ateísmo no es el único. Desde los años 80 se ha visto la necesidad imperiosa de que el diálogo sobre Dios incluya también las diversas propuestas religiosas, y concretamente las imágenes y concepciones sobre Dios que están en la base de las religiones más difundidas. En el mismoVaticano II se encuentra también un documento breve (menos de 500 palabras) que abría en la Iglesia un enfoque nuevo de la relación entre cristianismo y religiones. La declaración Nostra aetate sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas (1965) recomendaba también que “con prudencia y caridad” se mantuviera el diálogo y la colaboración con los hombres de otras religiones. Laevolución de los decenios posteriores a propósito del enfoque teológico de las religiones ha sido compleja y en todo caso ha puesto sobre la mesa la necesidad de aclarar la imagen de Dios que cada religión ofrece. Fenómenos como, por ejemplo, los movimientos islámicos radicales que utilizan y justifican la violencia en nombre de Dios hacen necesario un examen y un diálogo sereno sobre la realidadde Dios y su significado en la sociedad.
Incluso en ámbitos cristianos es pertinente y necesario un verdadero diálogo sobre Dios. Las diversas teologías de la cruz, por ejemplo, han planteado cuestiones de hondo calado como la discusión de si es posible una vía puramente racional hacia Dios, y la alternativa de su sustitución por la imagen de Dios que se desprende de la cruz. Esa y otraspropuestas son una prueba de que también al interior de la revelación cristiana puede tener lugar –y debe tenerlo- un diálogo sobre Dios.
A la luz de lo que precede queda claro –espero- mi convicción de que el diálogo sobre Dios no puede limitarse al que se establece fundamentalmente con los que niegan a Dios con diversos argumentos. El diálogo con los ateos siempre será actual porque lo reproponenprotagonistas del pensamiento y la cultura de cada momento. Se puede añadir sin embargo que en ese diálogo aparecen síntomas de agotamiento en cuanto que los argumentos del ateísmo que se aducen –también el llamado “nuevo ateísmo”- son los mismos que se vienen esgrimiendo una y otra vez desde la Ilustración, con el añadido posterior de algunas ideas del darwinismo.
La discusión religiosa y cristianasobre Dios aporta nuevas perspectivas a la imagen de Dios que la fe cristiana ofrece al ateísmo. Me voy a referir a todo ello tomando como referencia tres preguntas: las clásicas an sit Deus? y quid sit Deus?, que corresponden respectivamente al diálogo con los ateos y con los hombres religiosos; y una tercera (quis sit Deus?) referida al ámbito de diálogo religioso y ecuménico. Me detendréespecialmente en la primera de ellas, la referida al diálogo con los ateos. Al final se presentan las que considero cinco cuestiones claves sobre las que puede versar un diálogo auténtico sobre Dios.

1. Diálogo con el ateísmo: an sit Deus?
Hablar hoy de Dios no es para muchas personas ni lógico ni oportuno, ni siquiera de buen gusto. A esta situación se ha llegado por diversas causas. Las más...