PLUVERDAD

HACIA UNA GENEALOGÍA DEL PLURALISMO 1
Joaquín Fortanet Fernández
A Tresa

‘La visione del mondo di Foucault era una visione da guerriero, per il quale non esistono che dei partiti presi, il proprio e quello dell’avversario, e che non pensa a darsene ragione: gli basta aver fatto la sua scelta’
Paul Veyne, ‘E possibile une morale per Foucault?’

Pese a que la palabrapluralismo posea una multitud de significados que van multiplicándose a medida que aparecen nuevas reflexiones al respecto, pese a que sea un cajón de sastre en dónde cualquier pensador puede encontrar un lugar cálido para amortajarse, no podemos –en la actualidad- dejar de pensar sobre este concepto que parece comienza a definir esto que llamamos presente.

La confusión es la primera nota comúnque alguien interesado en llevar a cabo un análisis del pluralismo encontraría, no solamente por la pura polisemia, sino por la cantidad de posiciones éticas, ontológicas, políticas, epistemológicas e incluso antropológicas que se dan mala cita en el concepto. Aquí, en este articulo, no se pretende contribuir a la vorágine dispersa que es el pluralismo.

Este artículo parte del presupuesto de queel pluralismo está íntimamente ligado al modo de gobierno que ejerce la liberal-democracia, y que, asimismo, el pluralismo, en tanto posición filosófica, tan solo ha podido surgir (en su versión y fuerza actual) gracias a las críticas a la modernidad ilustrada que han llevado a cabo toda una serie de pensadores de corte más o menos nietzscheanos.
Sin duda, el pluralismo actual se levanta sobrelas cenizas de la modernidad, y es allí en dónde tiene sus condiciones de aparición, ya que con una racionalidad ilustrada –kantiana-(y las consecuencias que ésta supone) el pluralismo carece de posibilidad alguna de eclosión. Si existe una racionalidad garante del concepto, del orden, de la correcta gestión de las verdades, no pueden darse los discursos necesarios para afirmar un pluralismo quesea a la vez ontológico, epistemológico y político. Es por ello que la dirección de este artículo va a ser el intento de establecer unas notas para una genealogía del pluralismo estrictamente discursiva, basada en las críticas a la modernidad de las que se apropia la filosofía pluralista.
Si queremos caracterizar al pluralismo filosófico actual desde este prisma, sin duda debemos atender aRichard Rorty, el cual ha llevado hasta el último extremo la connivencia pluralismo-liberalismo, por un lado, y los agenciamientos de las críticas anti-ilustradas hacia la modernidad (no en vano Rorty sostiene un diálogo constante con Heidegger, Nietzsche, Derrida, Lyotard y Foucault).
Es por ello que, desde el intento de una genealogía filosófica del pluralismo, debemos suponer a la filosofía deRorty como una caja china que encierra los agenciamientos filosóficos que han constituido el pluralismo actual. La labor que esto supone sobrepasa las intenciones de este artículo, y por ello nos ceñiremos a uno de los rasgos más definitorios del pluralismo, que expresa tanto la ruptura con la modernidad como los agenciamientos de las críticas anti-ilustradas. Este rasgo pluralista es la negaciónde la voluntad de verdad que caracterizaba a la modernidad ilustrada. Por ello, la intención es realizar un análisis de los acontecimientos filosóficos en los que se pone en cuestión esta idea de verdad ilustrada y que son, al mismo tiempo, absorbidos por la filosofía de Rorty. El recorrido será, pues, el de los envites a la verdad ilustrada que llevan a cabo Heidegger y Foucault, para observarde qué manera Rorty recoge estas críticas, expropiándolas de todo contexto y llevándolas hacia el pragmatismo pluralista que defiende. Y todo ello con el objetivo de caracterizar al pluralismo como un síntoma de nuestro presente en el que las críticas más certeras y lúcidas al modo de gobierno y al régimen de verdad ilustrado son secuestradas para servir a un amo diametralmente opuesto: a la...