Productos del curso de formacion continua
1. PRODUCTOS DE TRABAJO DEL CURSO BÁSICO DE FORMACIÓN CONTINUA PARA MAESTROS EN SERVICIO 2011i Éstos productos de trabajo se dan a conocer para compartir con otros profesores del país las dudas, inquietudes y comentarios que el enfoque por competencias ha despertado en el gremio desde su aplicación en 2009.
2. TEMA UNO. RELEVANCIA DE LAPROFESIÓN DOCENTE
3. 1.- Semblanza profesional a partir de revalorar la práctica educativa “Es más fácil juzgar el talento de un hombre por sus preguntas que por sus respuestas”. Pedro Marcos Gastón Luque de LevisSi como sostiene Gilles Ferry (1997) “la formación es un trabajo sobre sí mismo,un trabajo de sí mismo sobre sí mismo”, entonces este ejercicio de reflexión seráparte nodal de mipropia formación docente. Al mirar atràs, el primer impulso es etiquetar a los maestros que tuvedesde el nivel inicial como “tradicionalistas” “positivistas” “enciclopédicos”, pero meparece que lo justo es decir que fueron hombres y mujeres de su tiempo formadosen un modelo cientificista que se limitaban a reproducir en el salón de clases. Es frecuente escuchar “satanismos” del tradicionalismoconductistapresente en el modelo bajo el cual fuimos educados, lo cierto es que no se debegeneralizar. Tuve maestros que dictaban (literalmente) su clase, combinándolacon exposiciones y exámenes y tenían sin embargo una pasión y un compromisoque contagiaba a cualquiera, así como otros considerados “de vanguardia” que enaras de un constructivismo mal entendido, simplemente nos dejaban hacer loquequisiéramos en clase, llevando el concepto de “guía” y “facilitador” al extremo. Espor lo anterior que me queda claro que los modelos que me interpelan sonaquellos que se basan en la intelectualidad del docente, pudiendo serenciclopedistas e incluso tradicionales, pero sin perder la pasión por el trabajo enel aula. En mi caso, fue la transición de Secundaria a Preparatoria el parteaguas que marcó miformación académica y humana. Obtuve una beca por mejorpromedio de generación , para estudiar la preparatoria en el Tecnológico deMonterrey (ITESM) Campus Central de Veracruz y mi realidad dio un giro de 180º.Cuestiones que pudieran parecer triviales, como el uso del uniforme, que en el Tecno era necesario, fueron dislocaciones que interpelaron la idea per se de lo quepara mí significaba “ser alumno”.Fumar en clase estaba permitido, lo cual erasencillamente inaceptable en el colegio del cual yo provenía. Las chicas podían iren minifalda, maquillarse, fumar e incluso entrar con su novio a clase sin problemaalguno. Los chicos podían dejarse el cabello largo e ir en patines a clase, entreotras cosas, pero lo que verdaderamente me costó trabajo procesar fue el rol delos profesores dentro del grupo.En el Tecnológico de Monterrey, rompí con varios paradigmas. Uno deellos fue el dogma telenovelero aquel de “los ricos son tontos y los pobres soninteligentes” que Monsiváis explica tan bien como modelo de preservación del
4. statu quo de la clase no-dominante a través de películas como “Nosotros lospobres, ustedes los ricos”: “ellos tienen dinero, pero yo soy feliz yademásinteligente”…¡pamplinas! Comprobé que la cosa era al contrario. Los chicos quefueron mis compañeros de clase, eran miembros de las familias más pudienteseconómicamente en Córdoba y la región y para mi sorpresa, eran inteligentes,educados, con una cultura general muy amplia, fruto de sus múltiples viajes alextranjero y de su trato personal con personas que yo sólo veía en revistas eincluso en la televisión. Me costó muchotrabajo adaptarme a este ambiente. Loque ellos comentaban de forma normal (viajes, diversiones, convivios) yo lotomaba como presunción de clase y en realidad no había tal, lo que pasa es quechocaba con mi estilo de vida y con la forma como mi familia me había educado.Sin embargo, encontré allí amistades muy queridas que conservo hasta hoy y queme ayudaron en lo que llamo mi “adaptación...
Regístrate para leer el documento completo.