Raquejo Tonia
ESPACIO.TIEMPO
ENEL LANDART
TONIA RAQUEJo
Coúúnñ€¡te s. id.ntifica al I¡nd A¡t con Ia n¿tura.l.za, coño !i.rt. movimiento hubiese blotado cono aalvaguardade ell¿. Elia c¡eencia, i¡n ert€ndid¿ como i¡co¡rcct¿, intcrprcta lar obras del La¡d A¡t como csculturas
hechar de puertar para atue¡a, e¡ dcci¡, cn el e:tc!io!, átue¡a dG Io¡ csp¡cio!
culrur¿lnente a¡ociadoa al arte, comoron lar gale!Ías o los mu¡eos. Es mi
int.nción r.visa! squÍ, uú¡ v.z más', .st¿ visióú ¡cduccioni¡ta dcl I¡¡d A¡t
par¡ mosÚa¡ quc en sus manifestacione! a¡tísticas no! podemo¡ encontla!
con obru ouy dirpae* d$d. Id qu. rclp€tar con rigor d upccto inicial dcl
páissj. qu! inr.ri.n.D,
hasra ls qu. lo t!a$fo!ñán
con Mquinaria
peÉda
(altcra¡do r¡dic¡l¡nc¡tc
Ia imagca dcl lugar), paraado por aqucllu quccrtáa
rtcliboadamcutc pcuadas para hacer frente a .lpacios degadado!, dando
solucioües qu€ ¡o siemp¡e 6igueÁ llgurosa¡ne¡le la5 Áo!I|la! dc ¡.stauraciód
dc 1o¡
que eI
Land A¡t no .! u¡ movimieDto homoSéneo, pero rcbre todo, que ao es ua
Ir ottu oú¡ion.¡
ps.lb¿o
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y.¡ ot.o co¡tdo.
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Vér. ¡¡ ¡úpéio l, rd, Mrrtdit. N.E, t949, 2oo. y lo ud.uló¡ an IndAn
I¡ Ehort.,,
¿c¡ lucr¡. l*¡
@¡, Mr&i¿, 249, 1995, p¡. 16r 168, . .¡r¡€86
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movimiento asociado a la natu¡aleza si¡o a Ia tie¡¡a, erterdieDdo pó¡ éstano
solo la súp€¡ficie del plar€ta, siro €l planeta misno (esto es, la Tierra), por
cuanto¡ como ve¡emos¡ sus ob¡as s€ insertan en un conteno que va más allá de
los limites
ubica en unas coord€nadas €spacio tempo¡ales parti.ula¡es. Estascoo¡denadas se salen del espacio-tiempo a escalahumana, por 1o que alteran la recepción euclidiana de la obra por parte del espectador.
Desde los origenes de Ia historia, la especie húmana ha especulado tantoacercadel espacioqu€ ocupa en la tierra, como acercadel tiempo sobre el que
c o n s t ¡ u y es u e x i s t € n c i a .P a ¡ t i c u l a r m e n t e ,e l t i e m p o h a s i d o , y e s d e h e c h o .
una d€ Ia! cuestionescendales de la filosofia y d€ la ciencia, ya que va asociado
int¡inrecamentc a nu€st¡á s€cuebciabiológica que, agotada,acabainexorablemente en la mue¡te. Comprender el tienpoes,po¡ tanto, conp¡ender la
v i d a c i n c l u s o M á s A l l á s i n o s a t e n e m o sa l a s c s p e c u l a c i o n ecso n l a s q u c p r o
yectamoslos deseosde perdu¡abihdad, ya seaen el mundo, ya fuera de é1.Por
e s o l a e r € r n i d a d r e s u € n ac n l o s € s q u e . b a sd e t o d a s l a s r e l i g i o n e s ,y p o . e s o
tanbié¡ i¡vade incluso cl campo de la ciencia, y desdcluego de Ia ciencia ficción y del a¡t€. De siémpre, pero aho¡a nás que nunca, el saber ha incorporado esquemastempora¡es co¡nplejos que sc cont.aponen al disculrir biológico de la pura lincalidad y unidireccionalidad. El tiempo ya no sólo ordena
los acont€cimientos €n esasecuénciavectorial del parado, prescnte y futuro a
t¡avésd€ la qu€ $os desalroll¡¡nos como selcs vivos cn nuesro espacio (naceúos¡dcc.mos y no¡imoO¡ cono veremos a propósito del Land Art, el
liempo ahora se ¡i,a. se pliega. se dobla y sc bifu¡ca -cuando no se detienecrcando cspaciosno euclidianos paralelos al que habiraños.
No cs caaual que el Land art se desar¡ollase a lo largo de la decada de los
años sesenta,pues fue entoDcescuándo cl optirismo cientÍfico, de¡ivado de la
carrcra espacialque lanzó los prim€¡or...
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