Recensión sobre el arte de saber escuchar

El Arte de saber ESCUCHAR, Francesc Torralba
L’art de saber escoltar, Traductor Ramón Sala Gili, Lleida, Ed. Milenio (2007), c. XL pp. 199, EUR € 12
Ya desde la introducción el autor nos hace una reflexión sobre lo que es la escucha en sí y la grandeza de la gente que la práctica “Conocer a una persona que sabe escuchar es algo maravilloso. Sucede que, sin saber exactamente el porqué, deseamosestar con ella todo el tiempo...”, pero aunque hay gente, poca, que nace sabiendo escuchar, es de esas cosas maravillosas que podemos ir aprendiendo a lo largo de la vida, con constancia y práctica.
Hay dos ideas principales, a destacar y las cuales las podemos encontrar, no bien, empezamos el capítulo uno y son que la escucha poco o nada tiene que ver con lo sensitivo, tal vez como canalsimplemente y, si con lo perceptivo, con la voluntad, y por tanto, la escucha nace de la libertad. La segunda es el miedo innato a escuchar, porque esto supone dejar que el otro, el de fuera entre en nuestro interior y se instale, este reflejo arcaico de supervivencia, del miedo al dolor, nos marca a la hora de condicionarnos en el acto de la escucha y, muchas veces la imposibilita, ya que cuando el defuera entra de verdad y se instala en nosotros, necesariamente tendrá otra visión del mundo, esto nos puede producir dolor, pero a su vez nos hace crecer.
La escucha nace del interior, de la voluntad y por tanto, es este interior el que debemos mirar primero, debemos escucharnos a nosotros mismos, depurarnos y limpiarnos de concepciones basadas solo en nuestra propia visión, porque al aceptar laescucha nuestra imagen de nosotros mismos, cambia y se convierte en la imagen que tienen los de fuera de nosotros una imagen mucho más real y objetiva y sobre la que podemos trabajar y moldear a nuestro antojo para superarnos a nosotros mismos. Pero para que esa imagen de nosotros mismos, este regalo, nos llegue primero debemos deshacernos de todos los prejuicios de todas las imágenes que noshemos hecho del otro de antemano, ya que “...El otro jamás puede reducirse a una imagen, porque la imagen, tanto del otro como de uno mismo, es siempre una simplificación...una deformación consciente o inconsciente...”
La escucha tiene un enemigo y este es el tiempo, ya que la escucha de calidad tiene tres fases, primero la propia voluntad del acto de escuchar, de dejar al otro que se exprese contotal libertad y este tiempo por tanto no depende de nosotros mismos, seguidamente la comprensión no solo de lo escuchado, también de quien es el otro que le motiva, y finalmente la respuesta pausada profunda y sin intención de herir o provocar, pero cuidado, esta respuesta puede provocar dolor hay que practicar también el arte de la diplomacia, que no hay que confundir con mentir, sino decir, laverdad, pero de forma que suponga el menor trauma posible, sin causar estragos, el otro ya es nuestro, es parte de nosotros mismos, por tanto herirle en la medida que sea, es herirnos a nosotros mismos. Con delicadeza, pero eso sí sin aprovecharnos de él, ya que esto es en esencia el peor acto de perversión existente, es apropiarnos de su interior, para que sirva a nuestros intereses,
A medida queahondamos en el acto de escuchar, vemos que escuchar no es simplemente quedarse callado, se espera por parte nuestra una respuesta, y para poder darla hace falta comprender, comprender sin escuchar es imposible, para comprender hace falta necesariamente escuchar, pero escuchar no garantiza la comprensión, comprensión es convertirse en el otro, es hacerlo nuestro y por tanto imposible de juzgar,quien juzga no comprende. Pero comprender no significa compartir los valores del otro, podemos comprender a un maltratador de mujeres o a un racista, pero no convertirnos en él, porque comprender nos lleva a otra cualidad que es el perdón, el perdón es contrario a juzgar.

Tal vez lo más difícil de todo, sea saber a quién hay que escuchar, Zenón Elea dice:”se nos han dado dos orejas, pero...