Resumen de la era de Margaret Thatcher
Entre 1974 y 1979, el laborismo gobernante se enfrentó al estallido de todas las patologías acumuladas durante tres décadas. En 1976, el gabinete Callagham tuvo que solicitar al FMI un préstamo para evitar labancarrota, hecho inédito en un miembro de de la OCDE y el Invierno del Descontento (1978-1979), la ola de huelgas salvajes desencadenadas por las Trade Unions, mostró el rostro más tenebroso del poder sindical. Se replanteaba un viejo y recurrente problema: ¿Se ha vuelto Britania ingobernable? ¿Quién manda el gobierno elegido por los ciudadanos o los sindicatos? Esta era la pregunta en un país endonde las centrales se habían convertido en un Estado dentro del Estado y la economía se hundía en la estanflación.
Ante este panorama, el “tacherismo” puso en marcha un programa de ruptura con el consenso estatista forjado por conservadores y laboristas desde 1945. Su ideario era una mezcla de mercados libres, disciplina monetaria y presupuestaria, orgullo nacional, privatizaciones y valoresvictorianos.
Pretendía desatar las potencialidades del ciudadano corriente, su energía creadora anestesiadas por un estatismo rampante. Esta es la razón por la que se oponía al colectivismo. Los individuos no necesitan la tutela del gobierno para conseguir sus fines, sino un marco institucional que cree las circunstancias adecuadas para que la gente emplee sus recursos en la persecución de los finesque desee. Esto suponía reducir y limitar las funciones del Estado, esto es, un gobierno limitado que abriese espacios de acción a la libertad individual y social; tarea ingente en un país atrapado en la maraña de un Estado tentacular. Su referente doctrinal no fue el conservadurismo sino el liberalismo clásico, renovado en las décadas anteriores de su llegada al poder por pensadores comoFriedrich Hayek y Milton Friedman.
En ese esquema, la política económica desempeñaba un papel fundamental. Por un lado había que salir de la estanflación; por otro sentar las bases de un modelo socio-económico basado en los principios del libre mercado. Ambos elementos eran la cara y la cruz de una misma moneda. Si el primero fallaba, el segundo era inviable. Desde esta óptica, la estrategiamacroeconómica de los gabinetes de Thatcher se centró en proporcionar un entorno de estabilidad —inflación baja y presupuesto equilibrado— mientras la microeconómica —reformas fiscales y laborales, eliminación de los controles de precios, de salarios y de capitales, privatizaciones, liberalización de los mercados— se orientó a crear un ambiente favorable para promover el crecimiento y la generación de empleo.Era la inversión absoluta de la línea de actuación desplegada por los gabinetes laboristas y conservadores desde 1945.
A lo largo de once años, con una coherencia y una convicción extraordinarias, la Dama de Hierro impulsó ese programa y el resultado fue la mutación del Reino Unido en una de las economías más dinámicas y competitivas del mundo. A finales de su mandato, la ratio gasto público...
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