revista literaria

Pensando en voz alta. R evista de Pedagogía: su ¿por qué y por quién?

Revista de Pedagogía, vol. 32, No 91
Escuela de Educación
Universidad Central de Venezuela
Caracas, julio-diciembre de 2011, 19-36

Pensando en voz alta…
Revista de Pedagogía: ¿su por

qué y su por quién?

César Villarroel
Docente e Investigador Titular Jubilado
Universidad Central de Venezuela

IntroducciónCuando me invitaron a poner por escrito las causas o razones
que motivaron a un grupo de profesores de la Escuela de Educación de la Universidad Central de Venezuela (UCV, en lo sucesivo)
fundar una revista de Pedagogía me pareció que era obvio, pues
las instituciones y profesores universitarios siempre han requerido
y auspiciado de una tribuna desde la cual poder exponer, examinar y discutirlas ideas y propuestas que generara su práctica
académica. Sin embargo, al reflexionar más detenidamente acerca
de aquellas circunstancias y propósitos, notamos que esta Revista no fue una simple tribuna, sino el acta de nacimiento de una
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nueva Escuela (de Pedagogía) que sustituyera a la vieja Escuela de
Educación.
En efecto, la Revistaes el único documento que hace mención
a una Escuela distinta (no sólo en su denominación, sino en su
propósito) que lamentablemente no la dejaron caminar, escasamente tuvo un año de vida y por eso la Revista constituyó el espacio en el cual, por un tiempo, pudimos acariciar la Escuela que
pudo ser y que tan tempranamente fuera tronchada. En otras palabras, la Revista nos permitió prolongar elproceso de Renovación
Universitaria de la Escuela de Educación de la UCV, a pesar de que
en lo formal seguíamos siendo los conservadores de siempre. Por
eso, en estas mismas páginas la calificamos como la bitácora de
transformación de la Escuela de Educación.

de

La no pertinencia
Educación

social de los planes de estudio de la

Escuela

Corría el año 1966. Por la ventanilla delautobús miraba serpentear la carretera que me llevaría a conocer el páramo y probar,
a las seis de la mañana, un calentadito en Apartaderos; era mi primer viaje a Mérida y a la Universidad de Los Andes para concursar
por un puesto en la Cátedra de Prácticas Docentes de la Escuela
de Educación; conmigo, dos textos de Pedagogía, uno de Ciencias
de la Educación y el Programa del Concurso.
Hacíados años (1964) me había graduado de Licenciado en
Educación en la Universidad Central de Venezuela. Desde entonces
fungí como docente de Educación Media en varios Liceos de Caracas en las siguientes asignaturas: Filosofía, Psicología, Castellano,
Matemática, Moral y Cívica e Historia Universal; ahora se presentaba la oportunidad de desempeñarme como docente en el nivel
superior y en una de lasuniversidades más prestigiosas del país.
A los dos días, después de concursar, regresé a Caracas sin conocer el veredicto, pues se nos informó que nos lo enviarían por
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correo. Aproximadamente al mes, recibí un telegrama en el cual
me informaban que había ganado el concurso y que mepresentara
la próxima semana a trabajar. Alisté mi viejo Peugeot-403 y emprendí la conquista de Mérida: el primer día sólo hasta Barinitas,
donde pernocté, y al otro día, muy de mañana llegué hasta Apartaderos, casi a la misma hora de la vez anterior, con otro calentadito
pero ahora desde la flamante perspectiva de un profesor de la
Universidad de Los Andes, con carro y todo.
El primer año en la ULA(y todos los demás) me fue muy bien,
tanto que los alumnos de la promoción de 1966 decidieron nombrarme padrino de promoción. Durante la reunión social en la cual
el padrino agradecía y homenajeaba a sus ahijados, me topé de
frente con una de las causas que hicieron necesaria e indispensable la presencia de una revista en la cual se ventilaran los problemas y cuestionamientos de las Escuelas...