Semana Santa En Agua Viva

SEMANA SANTA EN AGUA VIVA

De mi estadía en Agua Viva, tengo un caudal de vivencias que necesitaré muchísimas horas y suficientes resmas de papel, para irlas plasmando en ellas con sentimiento y minuciosidad; son los ingredientes que hacen fastuosos a mil y un relatos de gran calidad. Lo que mejor yo podría hacer es agarrar la primera que caiga al azar, mezclarla con versos, con evocación yponerle una pizca de romanticismo.
La historia que brota es un relicario, es una que guardo con celo en mi mente, la ubico en el tiempo, en un mismo instante; está en una época muy añorada, cuando vivíamos un clásico cuento, allá en ese campo de la Hacienda Agua Viva; a lo mejor porque es emotiva, tal vez por la serie de muchos detalles.
Cuando Conchita Roches llegó el 10 de Abril de 1947 alcaserío de Agua Viva se alojó en la casa de Felipe Torres y su esposa Margarita Peraza. Conchita había sido nombrada Maestra de este poblado, vecino de Barquisimeto, que según algunos historiadores se formó desde mediados del siglo XVIII alrededor de la Hacienda Agua Viva, la cual se dedicaba a la siembra de la asiática mata de caña y tenía un trapiche donde se elaboraba toda la variedad de productosque de este cultivo, se sacan.
La dueña de esta hacienda era Doña Margot de Ramos y por iniciativa de ella, le ofreció su casona a la nueva preceptora para que allí se residenciara. Ya mudada de un todo, Conchita comenzó una intensa labor para incentivar a todos lo pobladores y así inscribieran a sus hijos en la renaciente escuela. Al principio no fue fácil, pero con tesón y mística fuereuniendo a sus primeros alumnos que todavía la recuerdan con mucho amor.
En Agua Viva, Concha se consiguió con mucha gente que había conocido en Cerro Manzano, cuando inicio su carrera en el Magisterio Venezolano en 1936. También se rencontró con el hijo de dos de aquellas familias, los Torres y los Rodríguez; sí, con José Mateo, descendiente de Bárbara Rodríguez y Juan Bautista Torres. José para estemomento era Jefe de Romana de la hacienda y en su función se encargaba del pesaje de los carros de bueyes cargados de caña y llevar el registro de toda la producción. Aunque, Concha y José ya se habían visto unos años atrás, fue en esa época y en ese ambiente, cuando se enamoraron y se hicieron novios; lo que mantuvieron en secreto hasta casi unos días antes del matrimonio el 09 de Octubre de 1948,cuando arrodillados ante el altar de la Iglesia de Altagracia recibieron la bendición del Creador.
Concha continuó viviendo en la Hacienda Agua Viva, pero ahora con José Mateo a su lado, entregándose el uno al otro y recibiendo de él toda su bondad y pasión. Luego Dios los siguió bendiciendo con la llegada de sus tres hijos; Nancy, Lucía y Hernán.
A la par de todos estos hermosos eventos, enBarquisimeto se comenzaban a construir dos urbanizaciones, La Concordia y Bararida y al nomás inaugurarlas, José y Conchita compraron la N° 22 de la vereda 17 de Bararida. Ellos no eran los únicos, más bien fueron muchas las parejas jóvenes que adquirieron la suya y le dieron vida a este tan especial conglomerado. Fue tan grande la empatía y la hermandad que se cultivó entre los primeros habitantesde Bararida, que a medida que iban teniendo sus hijos, se los ofrecían a sus vecinos para que se los bautizaran y confirmaran; así, ya no solo eran vecinos, sino que ahora se llamaban compadres.
En la casa de la esquina, al lado de la casa de Concha y José, se mudaron los Ruiz, una simpática pareja que llegaba de Caracas, constituida por un destacado y acucioso periodista y político, FedericoAlberto Ruiz y su esposa Margarita. La tercera casa, la N° 20, la compró José Nicolás Vásquez, un caballero que venía de las tierras que baña el Orinoco y se había casado con María Inés, una joven llanera que conoció en el espléndido Valle de la Pascua. En la siguiente casa Rafael Puerta y Emilia Fonseca de Puerta y así sucesivamente los Velicobrat, formada por Teodoro y Anastasia; Gregorio Polupán...